Un día cualquiera:
RAZÓN Si quieres te la entrego, te la muestro, la guardo bajo el
pantalón, ¿recuerdas?
LOCURA Estás loca, has
perdido la cabeza, sabes que sin mí se pierde en tu selva… Sin mí no tiene
agallas tu pequeña gran razón.
RAZÓN Vamos a esquivarnos
un poco, mejor será, y encontrarnos de nuevo sobre el lecho de la sonrisa y la
simpatía.
LOCURA Pero… siempre
haces igual, cuando tenemos que hablar de algo importante, te hundes, te
inventas un naufragio y acabamos nadando en direcciones opuestas.
RAZÓN Sí… estoy
herida y no quiero cura ni locura, aunque… no nos despidamos, esperemos que el
tiempo nos brinde otro mágico momento.
A la mañana siguiente:
LOCURA No sé qué
hacer, mi matrimonio se va al traste. Pero la quiero con locura, la amo.
EVIDENCIA ¡Vaya dos que
os habéis juntado! Sois iguales en el fondo, pero os cuesta reconocer lo
imprescindible, siempre lo dejáis descansando en la posada de la incertidumbre.
Debéis apreciar los gestos, las miradas que a menudo se os escapan. Aún más
aquellas que son distintas a las vuestras. Debéis de estar por siempre unidas.
LOCURA ¿Tú crees? Es
evidente que algo falla cuando me separo de ella, tienes razón.
EVIDENCIA Eres tú quien
tiene que tenerla, yo nunca la perdí. Sal a buscarla.
LOCURA Vuelvo a darte
la razón, mi gran amiga, eres psicóloga en mi camino, estilista de mis días
pasados, jefa de mis órdenes, abogada de un futuro no tan lejano… Es evidente
que tienes toda la razón.
Una semana después:
LOCURA Te he traído flores.
RAZÓN Son bonitas
pero no huelen a nada, aún así, capto otras sensaciones que no sólo de olfato
dependen… Hablo de comportamiento en estado de movimiento.
LOCURA No te entiendo, te hago un regalo y objetas mis intenciones…
RAZÓN ¿Cómo puedes
ser tan irracional? ¿Cómo puedes pensar así si no comprendes nada?
Sé razonable, por favor te lo pido.
LOCURA Ya estamos otra
vez discutiendo, y además por ortodoxas reflexiones descarriladas al fin y al
cabo.
RAZÓN Te quiero…
LOCURA Y yo a ti. Es
importante que nos escuchemos; nuestras voces y gemidos, nuestros pasos… Es
importante que nos mantengamos unidos, pero al final tú tendrás la última
palabra, si decides olvidarme, moriré sin rechistar.
RAZÓN No. Si te
olvido no soy nada, locura…
LOCURA Tu voz manda
por encima de mis pensamientos. Sin ti me pierdo, razón...
Me encanta, Luis.
ResponderEliminarBesos.
Un texto de lo más inusitado, me ha gustado. Salud!
ResponderEliminarGracias a los dos por leer, compañer@s.
ResponderEliminarMucha salud.
Sin palabras!! original y cierto. Me ha encantado!!
ResponderEliminarBesos Luisillo.
Qué bonita y original sin razón . . . digo relato. Me gusta la originalidad de tu propuesta. Muy interesante y por supuesto controvertida, ¡como debe ser!
ResponderEliminar¿Tengo o no razón?, pues eso que me ha gustado.
Un fuerte abrazo.
Muy original,con todo el caos,de la cháchara de nuestros discursos mentales! Con un ritmo que representa exactamente la velocidad de nuestros pensamientos! Me ha encantado!
ResponderEliminarCuriosos diálogos, Luis.
ResponderEliminarMe gusta esa inventiva que sin duda necesitamos explorar más.
Abrazo.
Muchas gracias a todos por pasar por esta carretera que ya conocen.
ResponderEliminarMucha salud, algo de locura, algo de razón, y amor, os deseo.
Locura y razón, siempre unidas, siempre en desacuerdo. Pero ¿qué son la una sin la otra? Te felicito por esta original entrada, amigo Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este curioso y original diálogo, me da la razón de tu genialidad para las letras. Enhorabuena, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, muchas gracias a ustedes dos, cada vez que leo un comentario me alegro y me siento leído, algo especial cuando uno escribe desde adentro.
ResponderEliminarSalud!
Desde luego a original no te gana nadie. Locura y razón, el caos y el orden, lo positivo y lo negativo, el ying y el yang... nada se excluye, todo se complementa.
ResponderEliminarUn placer leerte, como siempre.
Muchas gracias, Ana!!
ResponderEliminarVengo hasta aquí para devolver con mi agradecimiento todo el apoyo, las palabras de ánimo, el cariño y la cercanía que me has aportado con tus comentarios en mi blog. Tus palabras y las de todos los que me han comentado han sido para mí un bálsamo que reconfortaba mis pesadumbres en este verano un tanto desapacible. Es por eso que repito este mismo mensaje en cada uno de los blogs que tengo a bien en visitar.
ResponderEliminarAún quedan problemas y asuntos por resolver pero lo cierto es que todo va mejorando. Espero volver pronto a conseguir la normalidad completa en mi blog y poder seguir los vuestros.
El 31 de agosto se casó mi hija Cristina y he querido dejar un pequeño reportaje fotográfico en mi blog de esa jornada festiva y emotiva.
Os he sentido muy cerca y eso siempre lo agradeceré.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Esperamos que tu orilla vuelva con sus palabras.
ResponderEliminarEsta carretera amplía sus horizontes siendo un punto de tu comentario.
Abrazos y salud
Muy bueno el diálogo.
ResponderEliminarEspero que hayan entendido que se necesitan la una a la otra.
Un fuerte abrazo,querido amigo.
Muchas gracias, Ohma, amiga.
ResponderEliminarAbrazos. Mucha salud.
Cuántas veces no habré oído diálogos semejantes...Me ha resultado muy familiar, un diálogo que podría estar sacado de cualquier pareja de la calle.
ResponderEliminarMuy buena tu simpática interpretación del eterno desencuentro locura-razón (corazón-mente)
Un abrazo, un gusto pasar por tus letras