Esta es la historia de una tristeza
gigante y de una pequeña felicidad.
El gigante lloraba y sus lágrimas fueron
encerradas en el tártaro,
para así no inundar el mundo, para no
ahogar penas o alegrías.
El gigante creía en el amor eterno… y en
la muerte.
Confió en ella y murió; su mayor defecto
fueron sus virtudes,
su mayor virtud, el amor que regaló, sus
palabras y sus caricias.
La pequeña diosa lo miraba desde ningún
sitio, lo enamoraba;
le ofrecía su carisma, su confianza y
sabiduría.
Para ella, las huellas del gigante eran
estrellas en el suelo,
y éstas durarían años luz hasta borrarse
en el infinito.
Su defecto, ser feliz sin pretenderlo.
La pequeña diosa, sonriente y dichosa,
trepó por las rodillas del gigante y las
hizo temblar.
Después se guareció bajo sus atributos
sexuales…
y bailó bajo la lluvia, cantó, gozó y
escaló hasta el corazón.
Allí se quedó dormida, enardeciendo
latidos tristes,
enrojeciendo aquel órgano negro,
extasiando la respiración del gigante,
otorgándole felicidad. Pero la vida es
corta
y todo pasa, todo termina.
Grande o pequeña, la finalidad del ser es
no ser.
El fin llegó una tarde como ésta, a pocas
horas del viaje.
El fin no era su único amigo, era su
último enemigo.
La pequeña diosa subió hasta el
pensamiento del gigante;
desde allí se arrojó al mar, convertida
en larva.
Y quizá la vida tomara un nuevo rumbo
desde entonces.
Él, agonizando sin poder llorar,
traicionó a Zeus Crónida asestándole una
puñalada.
De madrugada, un avión sobrevolaba la
ciudad;
las lágrimas del gigante cayeron tras el
vuelo
y la lluvia visitó parajes vírgenes y
desiertos.
Atenea se hizo cargo del cuerpo del
gigante,
de su tristeza y de su llanto.
La felicidad habló de justos, de bardos,
de tiempos pasados y remotos,
de campos ricos y frutos dulces.
Lo cierto es que la pequeña diosa es real
y el gran gigante es ficticio.
Lo incierto es qué pasará mañana,
qué ocurrirá si jamás empieza esta
historia,
si todo es nada y nos quedamos con las
ganas.
...la historia de una felicidad gigante y de una pequeña tristeza.
Porque todo es efímero y tiene valores relativos al tiempo.
Por eso, hay que quedarse con lo bueno mientras se pueda.
...la historia de una felicidad gigante y de una pequeña tristeza.
Porque todo es efímero y tiene valores relativos al tiempo.
Por eso, hay que quedarse con lo bueno mientras se pueda.
(La imagen no es de mi autoría)
Triste cuento mitológico pero muy bonito!
ResponderEliminarEs una historia preciosa y ricamente adornada con las palabras usadas. Y tienes razón en lo de "quedarse con lo bueno", aunque resulta difícil porque no solemos ser conscientes. O al menos a mí pasa. (¿rara avis?)
ResponderEliminarUn abrazo, compañero.
Esta historia me ha recordado a una frase que me gusta mucho y es: "la vida no se mide por las veces que respiramos sino por los momentos que nos dejan sin aliento". Hay que recordar lo bueno, para creer y seguir adelante y solo así daremos pasos de gigante.
ResponderEliminarInteresante Huésped
ResponderEliminaruna historia muy lograda y con un final abierto
que siempre el lector agradece.
Enhorabuena
Un abrazo.
Pues,sí,comparto lo expresado por los anteriores lectores,te expresas en un lenguaje rico,pero además, tus poemas tienen profundidad y espesura.
ResponderEliminarMil gracias gigantes y un pequeño abrazo a todos!!!(pequeño por ser feliz).
ResponderEliminarDa gusto tener amigos como vosotros y recibir vuestras palabras.
Me gusta mucho tu cuento, con esa mezcla mitológica y metafórica; pero me gustan más aún esas "perlas" que sueltas de vez en vez,a modo de frase, en las que me obligas a frenar y reflexionar,amigo.
ResponderEliminarUn abrazo, Luis.
Otro abrazo, Castelo, amigo... gracias.
ResponderEliminarla diosa, tan pequeña, acaso por serlo, continuó, larva, donando vida. El gigante, tan grande, en agua se deshizo y se entregó a la muerte.
ResponderEliminarCada uno vivió su momento feliz, como los dioses, como los hombres.
Me ha gustado mucho este poema. Tiene fuerza
Saludos
El tiempo de los "dioses" de la mitología
ResponderEliminartan llena de metáforas a veces indescifrables,
Escrito con una profundidad que atrae la
concentración para envolverse en la lectura.
Un aplauso a tu talento mi querido amigo.
Me tendrás por aqui siempre... un beso :)
Gracias, Trini, Solina. Es un orgullo para mí que paséis, que os quedéis, que opinéis...
ResponderEliminarBESOS!!!!!!!!!