martes, 29 de mayo de 2012

El gigante ilusorio








Esta es la historia de una tristeza gigante y de una pequeña felicidad.

El gigante lloraba y sus lágrimas fueron encerradas en el tártaro,
para así no inundar el mundo, para no ahogar penas o alegrías.
El gigante creía en el amor eterno… y en la muerte.
Confió en ella y murió; su mayor defecto fueron sus virtudes,
su mayor virtud, el amor que regaló, sus palabras y sus caricias.

La pequeña diosa lo miraba desde ningún sitio, lo enamoraba;
le ofrecía su carisma, su confianza y sabiduría.
Para ella, las huellas del gigante eran estrellas en el suelo,
y éstas durarían años luz hasta borrarse en el infinito.
Su defecto, ser feliz sin pretenderlo.

La pequeña diosa, sonriente y dichosa,
trepó por las rodillas del gigante y las hizo temblar.
Después se guareció bajo sus atributos sexuales…
y bailó bajo la lluvia, cantó, gozó y escaló hasta el corazón.
Allí se quedó dormida, enardeciendo latidos tristes,

enrojeciendo aquel órgano negro,
extasiando la respiración del gigante,
otorgándole felicidad. Pero la vida es corta
y todo pasa, todo termina.
Grande o pequeña, la finalidad del ser es no ser.


El fin llegó una tarde como ésta, a pocas horas del viaje.
El fin no era su único amigo, era su último enemigo.
La pequeña diosa subió hasta el pensamiento del gigante;
desde allí se arrojó al mar, convertida en larva.
Y quizá la vida tomara un nuevo rumbo desde entonces.

Él, agonizando sin poder llorar,
traicionó a Zeus Crónida asestándole una puñalada.
De madrugada, un avión sobrevolaba la ciudad;
las lágrimas del gigante cayeron tras el vuelo
y la lluvia visitó parajes vírgenes y desiertos.

Atenea se hizo cargo del cuerpo del gigante,
de su tristeza y de su llanto.
La felicidad habló de justos, de bardos,
de tiempos pasados y remotos,
de campos ricos y frutos dulces.

Lo cierto es que la pequeña diosa es real
y el gran gigante es ficticio.
Lo incierto es qué pasará mañana,
qué ocurrirá si jamás empieza esta historia,
si todo es nada y nos quedamos con las ganas.





...la historia de una felicidad gigante y de una pequeña tristeza.
Porque todo es efímero y tiene valores relativos al tiempo.
Por eso, hay que quedarse con lo bueno mientras se pueda.








(La imagen no es de mi autoría)



11 comentarios:

  1. Triste cuento mitológico pero muy bonito!

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  2. Es una historia preciosa y ricamente adornada con las palabras usadas. Y tienes razón en lo de "quedarse con lo bueno", aunque resulta difícil porque no solemos ser conscientes. O al menos a mí pasa. (¿rara avis?)
    Un abrazo, compañero.

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  3. Esta historia me ha recordado a una frase que me gusta mucho y es: "la vida no se mide por las veces que respiramos sino por los momentos que nos dejan sin aliento". Hay que recordar lo bueno, para creer y seguir adelante y solo así daremos pasos de gigante.

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  4. Interesante Huésped
    una historia muy lograda y con un final abierto
    que siempre el lector agradece.

    Enhorabuena
    Un abrazo.

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  5. Pues,sí,comparto lo expresado por los anteriores lectores,te expresas en un lenguaje rico,pero además, tus poemas tienen profundidad y espesura.

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  6. Mil gracias gigantes y un pequeño abrazo a todos!!!(pequeño por ser feliz).

    Da gusto tener amigos como vosotros y recibir vuestras palabras.

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  7. Me gusta mucho tu cuento, con esa mezcla mitológica y metafórica; pero me gustan más aún esas "perlas" que sueltas de vez en vez,a modo de frase, en las que me obligas a frenar y reflexionar,amigo.
    Un abrazo, Luis.

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  8. la diosa, tan pequeña, acaso por serlo, continuó, larva, donando vida. El gigante, tan grande, en agua se deshizo y se entregó a la muerte.
    Cada uno vivió su momento feliz, como los dioses, como los hombres.

    Me ha gustado mucho este poema. Tiene fuerza

    Saludos

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  9. El tiempo de los "dioses" de la mitología
    tan llena de metáforas a veces indescifrables,
    Escrito con una profundidad que atrae la
    concentración para envolverse en la lectura.
    Un aplauso a tu talento mi querido amigo.

    Me tendrás por aqui siempre... un beso :)

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  10. Gracias, Trini, Solina. Es un orgullo para mí que paséis, que os quedéis, que opinéis...

    BESOS!!!!!!!!!

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