sábado, 15 de septiembre de 2012

La pluma que habla sola











          El escritor piensa en ti; mira un helado dibujado, frota su pluma negra, encuentra olores de floristería. El abismo entre tú y él es objetivo. "Hay quien sólo se fía de aquel que lo engaña", firma al final del texto.

          El escritor piensa en ti y se desnuda: sus dedos están manchados de tinta, sus labios están limpios de carmín, sus ojos son transparentes como el aire. Trazaba un idilio pero el cansancio lo hizo desistir.

          El escritor piensa en ti; deambula por recuerdos agitados, mueve levemente la quijada, aterriza en tu aeropuerto. Él espera encontrarte allí entre tanta gente que espera. Lleva tapones contra el ruido y unas lentes.

          Hay en la papelera varias hojas arrugadas, numeradas. Sólo son las primeras páginas, el prólogo de su vida quizá. Ahora escribe: “Tengo infinidad de sueños pero tan sólo dos realidades; la que vivo y la que sueño”.

          Por las ventanas de su domicilio, abiertas de par en par, entra la húmeda claridad de una noche de octubre. Lloverá en breve y el escritor cerrará las ventanas: saldrá al balcón pensando en ti.

          El suelo está frío, el mármol reluce, el techo obstruye el paso a las ideas, y éstas, como el humo de un cigarro, permanecen durante un rato en el ambiente solitario. El escritor piensa en ti y se inspira, respira.

          "Excepto la nada, todo es pasajero", medita. Vuelve a mover sus dedos, articula sus muñecas, arruga la frente, mantiene los ojos medio abiertos y anota en el papel. Luego evacua algo que le presionaba el pecho: un suspiro.

          El escritor piensa en ti y se desnuda, arde en deseos, rompe sus ansias, libera el presente. Golpea tímido la madera del escritorio con sus nudillos y se abre la puerta. Te ve, te siente. Lo ves, lo sientes.

          No está solo, lo acompañas un ratito. El escritor piensa en ti y tú en él. Tal vez de distinta forma y en distinto lugar. Puede que incluso, si vuestras casas fueran figuras de un mismo cuadro, seríais amigos inseparables.








(La imagen no es de mi autoría)
         

         

         


22 comentarios:

  1. Hola, Luis

    Nunca había pensado en lo que comentas. Siempre he pensado como lectora a la espera de que me sorprendan. Ahora pensaré en la escritora.

    Besotes.

    ResponderEliminar
  2. Escribimos para mucha gente, Luis, pero siempre deseando que nos entiendan, que algo de ese humo confuso, esbozado, llegue a alguien y ese alguien capte el momento. Que nos adivine entre esas letras.Cuando escribimos a veces vomitamos, es algo así como un exorcismo liberador. Nos sentimos mejor, libres de esa carga, de ese dolor que nos oprime. Compartimos nuestros sueños, nuestras visiones, a veces es complicado darles la forma que deseamos, pero allá van, en forma de carta de amor, de alucinación loca. ¿como expresar a veces toda esa belleza o esa amargura, o ese dolor, o esa rabia? Se intenta. Escribir no es tan difícil, lo complicado es darle esa forma a la luna para que tu la veas, pintarla con los colores que yo la veo...
    Este es un texto que me hace reflexionar...
    mil besos, sureño. Creo que esto es de lo más íntimo y sugerente que te he leído. Perfecto.

    ResponderEliminar
  3. Cuando entendemos y nos entienden, cuando llegamos hasta ellos y ellos a nosotros, se disipa la niebla y se disfruta del paisaje. Has dibujado un texto muy personal. Perfecto!!
    Besos, Luis!!

    ResponderEliminar
  4. Qué bonita relación entre el artesano y su principal instrumento, demostrando con este poema de la necesidad y dependencia del uno del otro.
    Las ideas están en la cabeza pero plasmarlas ya es cosa de otro socio más.
    Besos, Luís.

    ResponderEliminar
  5. Escritor y lector
    actor y espectador
    condenados a vivir juntos
    todo lo demás ya lo has dicho.

    Un abrazo Luis.

    ResponderEliminar
  6. Somos raros... Vivimos con el miedo a la incomprensión... o no. Igual nos da lo mismo... pero en el fondo deseamos (necesitamos) que nos entiendan.Que el lector sea capaz de llegar hasta el más íntimo sentimiento que nos lleva a escribir lo que escribimos...y al mismo tiempo nos queda el sinsabor de no haber sido capaces de transcribir con exactitud lo que realmente queríamos expresar.
    ¡Ah, que difícil... y qué bello escribrir..!
    Un beso. Sólo uno..
    ¡PERO ENOOOOOOORME! ;P

    ResponderEliminar
  7. El escritor piensa en escribir y el que lo lean es algo que da por hecho desde la primera palabra del texto.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  8. siempre el pensamiento revolotea todos nuestros pliegues
    y la boca solo sabe saborear lo resultado
    somos infantes descubriendo el mundo
    (lector-escritor)

    abrazo y gracias por tu huella
    agregue tu url para no perderme
    :D

    ResponderEliminar
  9. Muchísimas gracias por los comentarios. Estas letras están dedicadas a todos los que habéis leído. Estoy muy contento de poder compartir lo que un día hubiera escrito en un cuaderno convencional, y que ahora pongo en internet. Es un privilegio recibir vuestras lecturas, no porque ayude a seguir, seguiré por naturaleza, siempre lo he hecho, sino porque sientes, como ha dicho Ángela, que eso que has sacado fuera ha llegado hasta alguien. En algún tono intermedio, añado, entre el escritor y el lector. Algo cambia en el texto cuando alguien lo lee, y esa posiblemente sea una de las más grandes bellezas que encierra el mundillo de las letras.
    Salud para todos

    ResponderEliminar
  10. Aquí has plasmado pensamientos de escritor porque todos los que escribimos pensamos en el otro, el lector.
    Por otro lado, hay mucha soledad, mucho deseo de compartir no solo letras sino también cuerpos (así lo he entendido yo en otra parte del escrito), de llegar y quedarse con alguien.

    Luis, a veces me resulta algo difícil entender tus entradas pero siempre las leo y me quedo con mensajes que, aunque sean erróneos, me sirven. En mi blog alguien me dijo que el esscritor no puede ir dando explicaciones de su obra a cada lector. Es lógico.
    Por eso cada uno coge lo que le llega y lo tuyo siempre deja un buen poso al leerte.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
  11. Cuando el pensamiento se abre para que fluya una idea que plasmar en un escrito, ya damos por sentado que el compartirlo con alguien puede llegar a ser la mayor satisfacción. Hay algo mágico entre el escritor y el lector, es el mundo de como interpretar lo leido.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  12. El escritor se siente muy complacido cuando es leído. Pero como bien dices Luis, aun sin que lo leyeran seguiría siendo escritor. Muchos piensan que sólo es "escritor" el que edita un libro o el que se ha hecho famoso, pero sabemos que eso no es cierto. Nosotros escribimos para sacar afuera todo aquello que no nos cabe dentro, sean sentimientos, ideas, personajes o sueños. Es fantástico ser escritor, pero es mucho más divino saber transmitir y provocar emociones. Ufff vaya rollo que suelto... como me embalo jajajajaj.
    Besazos Luis, tú eres un escritor como la copa de un pino, de eso no cabe duda.

    ResponderEliminar
  13. Desde el punto de vista de lector, puedo decirte, que cuando nos llega la historia, nosotros la volvemos a reescribir aunque el autor nos ponga el argumento descriptivo.

    un abrazo

    fus

    ResponderEliminar
  14. Gracias por vuestra presencia, por vuestra lectura y por vuestras palabras escritas.

    ResponderEliminar
  15. Es precioso, Luis, el modo en que has retratado esta relación.
    Únicamente me he asustado un poco cuando he leído que evacuaba algo que le oprimía el pecho y por un momento en pensado en...

    Bueno, lo dicho: magnífico.
    Un abrazo, compañero.

    ResponderEliminar
  16. Muchas gracias Luis por tu huella
    ten un jueves precioso
    abrazos y buenas vibras


    soy de la música ochentera y noventera
    y clasicos del rock

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo, en gran parte, también. Me gustan muchísimos grupos de los 80 y 90, sobre todo en castellano. Los clásicos son mi debilidad.
      Gracias a ti, Lichazul

      Eliminar
  17. Acompañamos a quienes han escrito aquello que leemos. ¿Acompañamos a aquellos que ya no son? ¡Un saludo! F:

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supongo que también, de alguna manera. Recuerdo una frase que decía: "Escribir es robarle tiempo a la muerte"
      Gracias por tu lectura, Mista, he llegado tarde a tu comentario, no me había percatado.
      SALUDos

      Eliminar