Tic, tac, tic, tac… Observo las manecillas del reloj e imagino sus
ruedas giratorias, engranajes y muelles. Estoy esperando la hora, estoy
recordando aquellos primeros días, aquellos tiempos. Entonces ella permanecía
conmigo entera, sana y vigorosa. Ahora, en breves momentos y según marcan las
matemáticas y ciertas costumbres, se habrán ido mis veinte, parte de mi juventud.
Vuelvo a mirar el reloj.
Viene a mi cabeza el recuerdo de un amor lejano. Me visitaba furtiva en
horas prohibidas, arcano a los ojos de su padre, patrón de mis labores. Fue bonito,
brioso, inocente.
Y ahora miro al cielo, oscuro, lluvioso; acto seguido al reloj. Tiempo mortecino, cuna de lamentos que mece el destino. Cuántas equivocaciones y cuántos aciertos dieron fruto días atrás; años pasados. Descubrimos el amor en todo su esplendor, la primera vez, aquella cama de piedra, aquel beso en la llanura asfáltica incrustado en mi memoria como si de una fotografía se tratase. Qué bien sabían sus labios y su lengua juguetona.
La amistad fue tan importante como el romance. Palabras más, palabras menos de madrugada, experiencias alucinógenas, proyectos apasionados de puro corazón. La música, nuestra banda de rocanrol. El loco, el último; un maldito duende en el límite del bien y del mal. El falso nirvana y Jesucristo García invadían aquella radio futura y viajera, a lomos de un ciclomotor destartalado y siempre caliente.
Aquellas tardes futboleras, las huídas hacia delante, el primer sueldo, la última vez que nací, los viajes de cartón, los domingos insípidos, la navidad colorida y helada por fuera; blanca y ardiente por dentro. Proyectos de futuro, una casa, un tranvía llamado deseo. El resplandor de un hotel de carretera, el padrino de Drácula, mi pellejo a merced de una banda de gánsteres... ¿o tal vez era de una mujer?
Y ahora miro al cielo, oscuro, lluvioso; acto seguido al reloj. Tiempo mortecino, cuna de lamentos que mece el destino. Cuántas equivocaciones y cuántos aciertos dieron fruto días atrás; años pasados. Descubrimos el amor en todo su esplendor, la primera vez, aquella cama de piedra, aquel beso en la llanura asfáltica incrustado en mi memoria como si de una fotografía se tratase. Qué bien sabían sus labios y su lengua juguetona.
La amistad fue tan importante como el romance. Palabras más, palabras menos de madrugada, experiencias alucinógenas, proyectos apasionados de puro corazón. La música, nuestra banda de rocanrol. El loco, el último; un maldito duende en el límite del bien y del mal. El falso nirvana y Jesucristo García invadían aquella radio futura y viajera, a lomos de un ciclomotor destartalado y siempre caliente.
Aquellas tardes futboleras, las huídas hacia delante, el primer sueldo, la última vez que nací, los viajes de cartón, los domingos insípidos, la navidad colorida y helada por fuera; blanca y ardiente por dentro. Proyectos de futuro, una casa, un tranvía llamado deseo. El resplandor de un hotel de carretera, el padrino de Drácula, mi pellejo a merced de una banda de gánsteres... ¿o tal vez era de una mujer?
Quizá esté ya en la mitad del camino. O no. Ahora me agarro a la cola
del viento para poder volar. El corazón delator me avisa de que sigo con vida,
el retrato de Dorian Gray me mira absorto y risueño, confiándome su secreto.
Investigo al doctor Jekyll, y Mr Hyde me dice que no sabe nada del asunto. Toda
una odisea, jamás saldré vivo de este mundo: decía un escritor.
Nunca
lograré el fin
El fin me logrará a mi
Ese es el fin
(La imagen no es de mi autoría)
El fin me logrará a mi
Ese es el fin
(La imagen no es de mi autoría)
Puff me ha encantado!! Bonitas palabras para dejar atrás unos buenos años... y los que quedan!!!! :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Un fuerte abrazo! Y los que quedan!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarPara empezar, el titulo ya presagia que el lector
ResponderEliminarse va a encontrar con una historia evocadora
por momentos brillante, todo lo que se puede leer
en mi caso, encuentra en imagenes lo que nos cuentas.
Luis, la verdad, me gustas más en prosa que en poesía
ojo, esta prosa cercana a la poesía, muy cercana
y quizá sea eso lo que tenga más valor.
Un abrazo con mis manecillas...
Otro abrazo, Cielo, con mis manos de tornero. Gracias por esa observación y por ese alago. Me gusta más en prosa, me sale más natural.
EliminarEstamos evocadores... ¿ein? ¡Bienvenido al Club! (O bienvendido, según se mire).
ResponderEliminarUn repaso a la vida... claro indicio de que eres consciente de tu adultez. (Aunque aún eres muuuuuu joven, cari). Pero es un síntoma, sin duda.
Muy buen texto, muy poético (como bien señala Cielo).
Un hermoso recorrido por el largo camino de aprendizaje que aún te queda.
Besillos de mil colores, xuli.
:)
Gracias!!! jajajaja, sí, según se mire. Somos jóvenes, Hulna. BESOS
EliminarBueno, los 30 son una nueva etapa, Luis. Más madura, más asentada pero aún con mucha energía para hacer todo aquello que te propongas.
ResponderEliminarMuy evocador y nostálgico recuerdo que va de puntillas por letras rockanroleras.
Felicidades de nuevo.
Un beso.
Ahí está, Analogy. Muchas gracias de nuevo, ajajajja.
EliminarOtro beso
Un bellísimo repaso vital!
ResponderEliminarY lo que te queda Luigi querido!
Eso, eso... y lo que queda. Gracias, Luna, besos!
EliminarUn alto en el camino para hacer un repaso de vivencias. ¡Qué gratos los recuerdos cuando el tiempo no nos preocupa!
ResponderEliminarY continuará...
Un abrazo
Que así sea, que continúe, sí. Gracias por estar aquí, Jose Manuel. Otro abrazo
EliminarNo estás en la mitad del camino, ni loco lo pienses. Qué viaje a toda "leche" me has hecho pasar más intenso y vital. Pedacitos del pasado que capturas para ti y a la vez para l@s que te leen... y me encantó, Luis, cumpleañero. Me encantó y mucho... vamos ahora estoy encantada total. Jejeje...!!
ResponderEliminarUna delicida leerte.
jajajaja, gracias, Mariose, tu paso por esta carretera secundaria es todo un lujo. Vas en descapotable.
EliminarMadre mia! que manera de enlazar cosas tan distintas jaja.Te has dado un buen paseo por tus recuerdos, amigo Luís.
ResponderEliminarIngenioso y divertido, :)
Un fuerte abrazo.
Sí que me lo he dao... qué tiempos aquellos, Ohma... y qué tiempos estos, jajjaaj.
EliminarUn abrazo y un beso
Has hecho un bonito repaso de tu vida uniéndola con lo que más te identificas. Habla de la gran persona en la que te has convertido.
ResponderEliminarEnhorabuena y a seguir recopilando hechos.
Un abrazo cumpleañero.
Gracias, Aurora, eres un verdadero encanto. Otro abrazo con mucha fuerza hasta dónde estés.
EliminarUn texto precioso!!! y no estás a mitad del camino, ahora comienza lo bueno...
ResponderEliminarTreinta besos!!!
Eso, eso... jajajjaaj. Treinta besos que me han gustado y otros treinta que te doy a ti, Maite.
Eliminarasí es, el fin nos alcanzará
ResponderEliminarno hay para que buscarlo
solito llega
es un texto evocativo ´pero también reflexivo Luis
y muestra a un personaje bello y en pro de ser pleno
Enhorabuena
abrazos y feliz fin de semana
Feliz semana, Lichazul, gracias y un fuerte abrazo
EliminarHola amigo Luis: Lo primero felicitarte por esos treinta años que quién los pillara de nuevo. Estás en la plenitud de todo aunque , a veces, no te lo parezca. Te queda mucho, mucho por delante así que felicidades y disfruta el momento vital que te toca vivir.
ResponderEliminarNo sé si te habrás dado cuenta pero has narrado la película de una parte de tu vida. Has usado muchos grupos musicales (me encantaban los Héroes y el Último de la Fila, ahora también), que nos guían en palabras como si fuera una banda sonora. Al igual que títulos de películas (Tranvía llamado deseo, el padrino, el resplandor,...) que usas magistralmente para enlazar tus capítulos biográficos y concluir con novelas como el retrato de Dorian Grey, una odisea y hablando de escritores ¿Por qué será? Tal vez es lo que tú añoras, lo que tú te sientes, lo que tú eres, Luis. Por encima de tornero y operario en un taller. Tus manos, guiadas por tu talento y tu ilusión, escriben cosas tan dignas y bellas (con esa belleza de la nostalgia poética), como esta entrada.
Y terminas con un fin. Más guiños al cine o así lo veo yo porque el otro fin (ese que nos aparta del mundo) está desaparecido de estos lares.
Así que, amigo Luis, felicitarte y desearte que sigas maravillándote y maravillándonos con esa visión tan especial de todo lo que te rodea y que plasmas en tus escritos.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Amigo Mos, estos comentarios tuyos son toda una alegría para mi. Gracias. Ultimamente, no sólo por el motivo de el 30, pienso mucho en aquellos años, los 16, los 17...
EliminarGracias de nuevo, es un verdadero placer recibirte y una vez más, te mando un abrazo hasta tu orilla, llena de magníficas palabras.
Hola Luis... Como dice Javi, tu prosa siempre me ha parecido poética y opino que infinitamente mejor que la poesía, aunque en ella tambíen te manejas bien, pero por lo general me llega más la prosa. Y qué decirte... 30 añitos ya, jejjeje... eso no es ná, hombre. De todas formas, sí aconsejo hacer un pacto con el diablo cuando uno intuye que no va a saber envejecer, porque los años pasan sin remedio y bueno... mejor que pasen ¿no? Un besazo y ale... bienvenido a tu nueva década!!
ResponderEliminarClaro! Han de pasar. Por lo del pacto... no sé yo si fiarme de ese tal diablo, jajajajaa.
EliminarGracias!!!
Siempre es grato hacer un repaso existencial, sobretodo porque tenemos la capacidad de seleccionar los buenos recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
Saludos desde mi posición, Pilar. Muchas gracias por leer y dejar tu rastro en esta carretera.
Eliminar¿Haciendo balance mi niño? ya, suele ocurrir en los días alrededor del cumpleaños, hacemos balance de los logros, de las pérdidas y no podemos evitar recordar nuestros comienzos.¿Que sabios nos volvemos con el paso del tiempo? ¿verdad socio?
ResponderEliminary que bonito ese camino parándonos en todas esas bandas de música y todas esas pelis y libros!!
todo eso junto al final somos nosotros...
un abrazo mi niño, y disculpa la ausencia.
No hacen falta disculpas. Yo tampoco estoy últimamente muy activo. Gracias, Ángela de pelo negro, ya sabes que es todo un gustazo verte aparecer, sea cuando sea.
EliminarUn fuerte abrazo!!
El fin nos logrará a todos, y a fin de cuentas tienes que viivr tu vida porque nadie morirá por ti. Intentemos comenzar principios todas las veces necesarias, así se vive, comenzando hasta que nos logre el fin.
ResponderEliminarBESITOS.
Muchas gracias, Ana. Me pasó hace tiempo que perdí tu rastro, no sé qué pasó, encontré en el correo un mensaje tuyo y luego no estabas por ningún lado. Fallos electrónicos...
EliminarMuchos besos!
Es lo único cierto. El fin es inapelable, lo único que sabemos desde el nacimiento.
ResponderEliminarBuen relato
Abrazos
GRACIAS!!! Trini. Sí, ya decía Jim Morrison: "mi único amigo, el fin"
EliminarMás abrazos, escritora