domingo, 10 de noviembre de 2013

Un poema bipolar




A veces me despierto entre sueños venideros
que no puedo firmar como míos y se van por la ventana.
Luego por la puerta voy tras ellos y regreso siempre
con las manos llenas pero el corazón cansado.
Y justo ahora que recuerdo a un ser querido que se fue,
necesito escribir un poema y no me sale, tomar aire por doquier,
fulminar la espera en este cobijo de sierpes transitorias.

Pienso que una bola que rueda en la pendiente
es el final de un futuro inminente y siempre intacto,
la señal de un pasado enérgico, de una ilusión dinámica.
Una sonrisa es en cambio, una entrada por los ojos del alivio,
más vale redimirse por entero y olvidar que un día nuestro instinto
nos fue infiel, que no pudo contener un grito, como juez espantoso,
como abogado intransigente y despiadado.

Un poema bipolar como la vida y su noche y su día;
un poema bipolar que aliste palabras antiguas para expresar
sentimientos que se aligeran en la espesura de la redundancia.
A veces me despierto entre sueños venideros, no lo niego,
y contengo una palabra soez en la quijada para no manchar
la mañana con mis ansias mis tormentos o mis dudas.
Es magnánimo pensar que somos uno, cuando somos sólo todo.

Y todo tiene siempre dos caras, ¿te has fijado? Como tierra y mar
o moneda que te vende o que te compra. Como el irse que antes
era estar. Como la desnudez vestida, como el falso descubierto
ante el viento de poniente cuando arrastra o calma si se acaba.
La felicidad tiene dos caras: una amarga y otra dulce.
Sin la una no se nota, sin la otra no se cumple. ¿Qué me dices
de la piedra que algo esconde? O de la cruz, diestra y siniestra.

Estoy empezando a ser tarde y se van los cielos
oscureciendo cargados de gente buena que alumbraba,
como ella que me dio la mano cuando fui temprano
me miró de veras y me habló en bondad de algo.
Y a veces, cuando me despierto entre sueños venideros,
te veo abuelo y quisiera ver también a tu hermana contigo,
que la recuerdo grande cuando miraba hacia arriba.



(Dedicado a mi tita Angelita que siempre estuvo empleada a los demás. Dos besos infinitos a tu recuerdo, tita, y este poema bipolar para que esté así en la tierra como en el cielo.)

16 comentarios:

  1. Todo un poema de agradecimiento, Luis. Qué mejor regalo que éste que perdurará más allá de la tierra y el cielo.
    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
  2. Un precioso homenaje más alla del tiempo y el espacio.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. A mí me ha gustado esta bipolaridad que se cumple tantas veces como pudiera ser lo malo y lo bueno, el día y la noche... y tú lo has expresado de maravilla, Luís.
    Y encima un homenaje a una persona querida por ti. Noble gesto.
    Un largo abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Precioso homenaje, Luis. Qué orgullosa estaría...

    ResponderEliminar
  5. El título me encanta. Tus versos más. Siento esa pérdida Luisillo!! derramas muchísimo amor y se nota cuando se escribe con el alma rasgada.
    Muchos besos querido amigo.

    ResponderEliminar
  6. "Estoy empezando a ser tarde y se van los cielos
    oscureciendo cargados de gente buena que alumbraba,
    como ella que me dio la mano cuando fui temprano
    me miró de veras y me habló en bondad de algo. "

    ¿te he dicho hoy cuánto me gustan tus versos? ¿sabes sureño? siempre he pensando que para escribir un buen poema hay que dejar que el corazón haga su trabajo, dejarlo que sangre. Pero hay que saber hacerlo, no es fácil Y a ti te sale muy bien. Buen homenaje, amigo mio. Ella estaría orgullosa de leerlo.

    ResponderEliminar
  7. Sí, yo también creo que todo tiene dos caras.

    Muy bello el poema de homenaje a tu tía.

    Un beso, Luis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ni placas, ni ceremonias, ni más parafernalias..., simples palabras, salidas de los más íntimo hacen este poema-homenaje, dirigido a personas que marcaron una época y un momento de tu vida. Perfecto y bello, amigo Luis.
      Has conseguido ese propósito con estos versos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Siempre es dificil escribir sobre esos temas y tu lo has hecho con toda la delicadeza y belleza que puede ser posible, un abrazo compañero.

    ResponderEliminar
  9. Cierto, todo tiene más de una cara, más de una realidad. Y qué lindo que dediques este poema abre puertas a un ser querido que escucha desde el reposo eterno.

    Un gusto regresar por aquí, Luis.

    ResponderEliminar
  10. Sencillamente... hermoso.
    Letras puras que plasman emociones.
    Siempre que te leo me digo... "He aquí a un poeta".

    Besos chico del sur.

    ResponderEliminar
  11. Luis, llego hasta aquí desde varios blogs amigos y, con tu permiso, me quedo en tu casa.
    Es muy bello el homenaje que rindes a tu tía. Seguro que sonríe al leer tus versos.
    Un abrazo desde Pueblo poeta.

    ResponderEliminar
  12. Me encanta,desde la primera palabra,hasta la dedicatoria!

    ResponderEliminar
  13. Caramba,amigo, excelente; una gran progresión desde que no te leo en verso; Han ganado en rotundidad, en ritmo, en música. Profundos siempre lo han sido, pero noto que ahora expresan mejor ese pensamiento que los crea. Muy bueno tu poema, con momentos preciosos, y con verdades de abismo. Un abrazo, amigo.

    ResponderEliminar