Cómo puedo escribir una montaña, una cesta o un beso en sus labios. No
sé si siento, no sé si lloro, no sé escribir nuestro amor. Un paso lo es todo,
es un elenco firmado por el instante. Tonto, débil soy. ¿Será que nunca aprende
el pájaro a nadar?, ¿o serán sus artes de femme fatale? Tal vez sólo sea un
sueño y yo un sudoroso varón, febril y angosto; estaño donde nadan patos. Esa
es la clave, un ave palmípeda que nada, vuela y canta mal, que es torpe en la tierra. Sé que nunca volveré
a lo que no he sido, y también sé que guardo una sonrisa final. Y ahora
permitidme describir a la mujer: suave, lívida y rompedora. Llena a su paso la
habitación del mundo entero que se concentra alrededor de sus excitantes contoneos
y rápidas palabras. Fuerte, frágil, cierta… Guapa, dulce y salada, seda y leda.
Alguna vez imaginé una piedra preciosa que escondía dentro algo más; no la toques me dije a mí mismo, porque de lo
contrario alguien saldrá herido. Y luego qué, me pregunto y no debiera. ¿Amor?,
¿felicidad? ¿Meta? En el fondo no quiero llegar a la meta, quiero seguir
corriendo, y eso es muestra, elegante quizá, de que no soy un ganador. Tal vez
en otra carrera…
¡Pero que nada enturbie la pasión! Eso no, no lo permitiría, y sé cuál
pudiera ser el precio, aun no existiendo palabras para valorar un sentimiento
tan puro y loco, tan incontrolable y ardiente. Pasión es el ánimo y el consuelo
de quien se dirige, ciego de amor, al misterioso y oscuro devenir del deseo
voraz. Pienso en todo esto y para no pensar más, sufriendo incertidumbres,
escribo sin conseguir el objetivo. Yo lo que quiero es escribir una montaña,
una cesta o un beso en sus labios, y al intentarlo, caigo burdo en lo
siguiente: pelo suelto, tierra y abetos, cesta en mano, cuerpo de vértigo,
belleza infinita en su mirada, en su boca, en sus piernas de otoño. Rompo mi
contención, la deseo y se yergue mi falo, tambalean las letras. Si fueran
palabras callarían fluyendo por dentro hasta llegar a ella sin salir. Si fueran
el ruido en esa montaña, si fueran besos revolcados en la fronda las estrellas
nos brindarían su luz.
... No sé cómo terminar esta reflexión. Creo que no puedo terminarla. De
momento, estoy condenado a seguir pensando toda esta noche. Mi raciocinio
lentamente pasará a ser sueño y dejaré la razón a un lado de la cama. Seguro
despertaré con esa sonrisa final gastada un poco, la que hace unos segundos os
dije que guardo. Creo que éste es un final aceptable.
(La imagen no es de mi autoría)
cuando se piensa con la piel y las hormonas, todo se dispara y solo nos hace falta el instrumento amado y deseado para ejecutar la melodía que nos resulta
ResponderEliminarbuen texto Luis, a veces entre reflexionar más vale actuar
;)
buen jueves-viernes, abrazos desde este Chile atardeciendo
Abrazos desde Córdoba la llana. Buen fin de semana para ti, Lichazul. Gracias, tienes razón con lo de actuar. :)
EliminarFELIZ FINDE!!!
Eliminargracias por tu huella
abrazoooo
:D
Belleza en su mirada desde la tuya que con tus palabras nos has transmitido la pasión y el sentimiento hecho deseo y fuego, pero qué lujo es leerte, Luis.
ResponderEliminarUn beso y mi admiración.
Un besazo, María, muchas gracias. Tu comentario me alienta.
EliminarSin palabras.
ResponderEliminarMaite... gracias. :)
EliminarBella reflexión, que acompaña a esta sonrisa final.
ResponderEliminarBesos
:) Pues ahí está. Muchas gracias, Aurora, besos!
EliminarLuis, que nada enturbie la pasión que posa en tus escritos. Esta reflexión se hace necesaria y es un lujo que nos dejas haciéndonos partícipes de tu mundo más interior.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Otro abrazo hasta tu orilla, Mos. Es un placer recibirte. Gracias
EliminarEl juego me ha parecido genial
ResponderEliminarconsigues con leves enjuagues bucales
atrapar al lector
si bien al inicio no encontré el hilo
cosa que no es un reproche
pasa, suele pasar y no es malo.
Alcanzas Luis un gran resultado
esto da para la introducción a una gran novela.
Enhorabuena!
Eso sería un trabajo descomunal, Cielo. Una novela... y sin tiempo alguno, imposible. Gracias por tu positividad hacia estas letras mías, improvisadas. Tampoco yo encontré el hilo, de haberlo encontrado me hubiera puesto más pesado y habría escrito más.
EliminarUn abrazo!
Consigues que nos enredemos con tus pensamientos, unos pasionales, otros frustrantes y con eso nos llevas hasta un rincón de tu cerebro haciéndonos partícipes de una noche de calentón de coco (y supongo que de algo más :-)
ResponderEliminarjajajajajajaj, buen comentario, Analogy. Gracias. Gasto mi sonrisa final un poquito más tras verte :)
EliminarExacto,como dice Ana,nos enredamos en tus pensamientos.
ResponderEliminarTe has ido definiendo como autor,y me gusta el proceso!
Gracias, Luna!! Me alegra verte comentar. Pongo una escalera hacia el cielo y te doy un beso, Luna
EliminarInteligente texto para mantener muy atento al lector. Genial y de una originalidad suprema. Eres talentoso, amigo. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Alma, es un placer recibirte.
EliminarOtro abrazo bien grande
Al final el sueño es el que nos libera, el que pone el punto final a nuestras elucubraciones sin orden, a nuestras reflexiones agotadoras.
ResponderEliminarSaludos
El sueño... sí, eso es, Trini, decía una canción, "todo se olvida al despertar".
EliminarMuchas gracias por leer y aparecer.
SALUDos
jaja Luis de mi vida, a esto yo lo llamo desvarío. Estas letras apasionadas a veces surgen en un momento en que la belleza es tan inmensa que uno no sabe cómo describirla, no encuentra las palabras.
ResponderEliminarLos mejores escritos son estos, ¿sabes por qué? porque brotan imparables y tienes que darte muchísima prisa en atraparlos porque se escapan enseguida y uno escribe poseído de algo extraño. Es un momento de desconexión total, es un momento sólo tuyo. Increíble ¿verdad?
Me ha gustado mucho, niño. Sigue escribiendo montañas, cestas y besos en esos labios, y que no te abandone nunca esta pasión.
Un abrazo grande como una de esas montañas, Ángela querida. Gracias por darme tu opinión, por tu ánimo también, y por estar, leer y ser tú.
EliminarMil besos robados
Cuando la mente desvaría aparecen escritos como este.
ResponderEliminarQue atrapan desde el inicio y nos dejan con esa sonrisa final del alma en calma.
Un gusto conocerte!!!
Cariños...
El gusto es mío, Oriana. Gracias. Gracias por cruzar por esta carretera.
EliminarBesos
Genial escrito querido amigo Luis, a mi me parece
ResponderEliminarque no necesita un final pues deja un sabor a todo
cual inmenso escenario natural donde viven los
grandes sentimientos... los grandes desvaríos y
las grandes pasiones... simplemente genial.
Un abrazo queriod amigo.
Ƹ̴Ӂ̴Ʒ....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.....•¦♥¦•.... Ƹ̴Ӂ̴Ʒ
Un abrazo, Solina, todo un detalle el tuyo, muchas gracias por este comentario. :)
EliminarGran escrito, me ha encantado y me ha dejado un buen rato pensativo despues de leerlo. Un abrazo amigo.
ResponderEliminarRendan, gracias por leer y por dejar tu huella. Nos leemos, compañero. Un abrazo
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