miércoles, 10 de octubre de 2012

La joven Nichi -final-



     Doce en punto de la noche. Nichi habla con tres hombres en la entrada del Infierno mientras apura un cigarrillo. Su mirada es de hielo y les habla mirándoles muy fijamente a los ojos. Uno de ellos comenta que quiere invertir en un negocio. El otro se limita a escupir monosílabos y mirar con frecuencia en derredor. No para de entrar gente al local, es como un goteo continuo. Entre el abrir y cerrar de puertas se escapa el rugido de la música. El tipo que habla de negocios insiste en invitarla a una copa. Ella le dice que está esperando a alguien y echa mano al teléfono móvil para mirar la hora. Hay un mensaje de Josele en el que se disculpa por no poder ir y pide verla al día siguiente. En el acto, acepta la copa del desconocido. Éste se presenta con el nombre de William Wilson y ella sonríe.

-Yo soy Nichi. ¿Y tú cómo te llamas? –le pregunta al otro varón.
-Mi nombre es Edgar.
-Las señoritas primero –dice el tal William mientras sostiene la enorme puerta del garito.

     Vuelve a sonreír y pasa en primer lugar. Dentro no cabe ni un alfiler y la música está más alta de lo habitual. Tonos rojos y amarillos predominan en las luces y en la decoración. Los tres se acercan a una de las barras del local y William se encarga de hablar con el barman. Esta escena se repetirá una y otra vez a lo largo de la madrugada.

-¿Sois amigos? –dice Nichi al oído de William.
-¡No! No lo conozco de nada. Sólo hablé un rato con él en la puerta y parece ser que está a gusto. Creo que le debes haber gustado, ¿eh?

     Nichi suelta una carcajada y se acerca a Edgar con la intención de hacerle una pregunta.

-Bueno, Edgar… ¿a qué te dedicas?
-Trabajo de guardia de seguridad, hoy es mi noche libre… ¿no me recuerdas?
-¿Recordarte? No, ¿debería?
-Sí. Creí que te fijaste en mí. Fui alumno vuestro en la parroquia, tuyo y de Juan.

     A Nichi le cambió el rostro en ese justo instante, se quedó estupefacta, atónita… Y lo primero que le pasó por la cabeza fue que a la noche siguiente vería de nuevo a Juan, tras mucho tiempo.

-¿Qué te ocurre? –le dijo William al oído.
-Nada… no me encuentro bien del todo…
-¿Qué os parece si a esta copa invito yo? –dijo Edgar forzando la voz, casi gritando.
-Bien, pide lo mismo –respondió William con seriedad.

     Edgar fue solo a la barra y mientras tanto, William intentaba ser amable con Nichi para sacarle una sonrisa, porque ya había notado, en tan poco tiempo, que ella era buena chica y con tan solo unas carantoñas le vería mejorar el ánimo.
     Brindaron por esa noche, moviendo las caderas y cantando a pleno pulmón. Se escuchaba un clásico de los Rolling Stones y ella saltaba enfebrecida. Iba para un lado, para otro, se contoneaba entre la multitud, se perdía riendo sin parar. Y las horas pasaron como flechas haciendo parábola en torno al planeta.

-¿Dónde está?… ¿William Wilson? –preguntó Nichi a Edgar tartamudeando, con la voz apagada como la luz de una vela consumida.
-No lo veo desde hace por lo menos dos horas.
-… No puede ser… acabo de verlo…
-Van a cerrar la discoteca, ¿quieres que te lleve a casa?
-No… no me gustas, Edgar… jajajajaja
-¿De qué te ríes?
-Mira… es tarde… me voy a casa yo solita, no te preocupes.

    
     Nichi salió por la puerta del Infierno y la luz del día la hizo llevarse una mano a la cara. Anduvo despacio en dirección a su piso. No estaba muy lejos de allí, tenía que cruzar una avenida y callejear un poco. Al pasar por frente de su parroquia  (aunque ya no fuese nada suya, así la llamaba) empezó a marearse ante el silencio rotundo de aquella calle y entre pitidos chirriantes en los oídos. Tuvo que sentarse en el suelo, y con los ojos borrosos  vislumbró una silueta enorme frente a ella. Sintió una mano ardiente en uno de sus delgados brazos y una boca que le mordía el cuello. Lanzó su otro brazo con el poco ímpetu que logró sacar de su derrumbado aturdimiento y aquella mole la derrumbó de un impacto. Sentía un peso asfixiante sobre ella, tumbada en el suelo. Sólo podía levantar apenas cinco centímetros la cabeza y vio el pequeño pórtico de la parroquia teñido de sangre. Su expresión era funesta y horrible, como la cara de un ratoncito atrapado en una trampa.
    

     ¡Dios! Dime quién fue, Nichi, dime quién era ese desgraciado.


     Tardarían horas en encontrarla en aquella calle, semidesnuda y colapsada, en trance. Sus dedos famélicos estaban unidos, como en posición de rezo, manteniendo, junto con el corazón, la poca fuerza que quedaba en ella. Se la llevaron al hospital y pasó el día entero sin decir una palabra, con pronóstico reservado. Según los médicos, su estado de shock pudiera durarle incluso varios días, mínimo.

     Llegaron las nueve de la noche. Juan, al margen de lo sucedido, estaba en el portal del piso de Nichi, puntual y algo nervioso. Pensaba para sí mismo que debía contarle su bisexualidad.
     Llama al telefonillo y a los pocos segundos suena el típico chasquido del descuelgue. Juan espera un “hola”, o algo, pero sólo se abre el portón metálico y acepta no decir nada. Entra y sube las escaleras hasta el tercero B. Encuentra la puerta levemente abierta. Llama.

-¿Se puede? –dice Juan con extraña parsimonia pero no recibe contestación alguna e insiste:
-¿Se puede? ¡Hola! ¡Voy a entrar! ¿Nichi?

     Abre la puerta del todo y entra. La cierra a sus espaldas, la luz amarillenta del salón está encendida, aunque en el recibidor hay cierta penumbra. Vuelve a preguntar y se siente enrarecido.  Al pasar al salón comprueba que no hay absolutamente nadie. Sin entender lo que ocurre, acude a aquella palabra que tanto hacía feliz a Nichi.

-¿Dónde estás, cielo? Tengo ganas de verte…

     Y es entonces cuando se le cae encima un viejo mueblecito algo descolgado, provocándole la caída y su correspondiente indisposición. Pero Juan tiene los ojos abiertos como platos y se intenta incorporar. No puede. Se queda apoyado sobre sus brazos, como a gatas y ahora sí ve a Nichi. Está de espaldas a una ventana, fumando. Juan intenta desesperadamente decir algo pero parece haber quedado mudo. Ella grita lo siguiente sin darse la vuelta:

-¡Puto niño! ¡Tantos años para nada! ¡Toda mi vida tirada a la basura! ¡Puto niño!

     Las voces bloquean la respiración de Juan; llora, intenta hablar de nuevo y sale de su boca aquella palabra: cielo. Nichi se da la vuelta y arroja unas viejas fotografías esparciéndolas por el aire. Su cara está desencajada y mantiene una sola lágrima en la mejilla, aunque es del tamaño de una moneda de céntimo.

-¡Cielo! ¡Infierno! ¡Puto niño, puto Juan! No soy yo quien ves, mi cuerpo no está aquí contigo, como no lo ha estado últimamente, pero mi alma estará por siempre a tu lado. Ahora eres mi hermano, te quiero.



     Juan cerró los ojos con fuerza, y al abrirlos volvía a estar solo en el salón. Salió del piso tembloroso y acobardado. Había sufrido un accidente y tuvo una espantosa visión. Llamó a Nichi y le atendió al teléfono su hermana.  Ésta le contó lo que había sucedido. Fue al hospital y provocó, con sólo su presencia, que la joven y tierna Nichi hablase.



FIN
    
    





30 comentarios:

  1. Muchímas gracias a todos por el seguimiento, por las lecturas y por vuestros comentarios.
    Me ha costado muchísimo escribir este relato. Como nunca antes.

    Maite, gracias por tus palabras y por tu apoyo.
    Lichazul, muchas gracias por estar aquí.
    María Eugenia, mil gracias, el amor a veces parece ser lo contrario.
    Joaki, me alegra muchísimo leer tus comentarios y yo también reí con tu humor irónico. :) Gracias
    Ohma, gracias por tus palabras. Estoy muy espectante a tus letras.
    Trini, TriniReina, gracias, es un orgullo.
    Mos, muchas gracias, compañero, hasta tu orilla.
    Aurora, un millón y medio de gracias.
    Luna... que me gusta verte por aquí.
    Analogy, gracias por leer y por ayudar.
    Cielo, muchas gracias, sabes que es un honor (el fantasma no tiene nada que ver contigo, eh?, es casualidad) :)
    Trini, tus viajes son muy buenos, te envidio, pero sanamente. Gracias por leer.
    Beatriz, es un verdadero placer, tus poemas cada día me gustan más.
    Gracias a La Soledad, muchas gracias.

    SALUD!!!

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  2. Madre mía Luis, el final me ha sorprendido porque no es el que esperaba. Me ha decepcionado un poco la verdad, porque era una historia bastante cruda, real, una ruptura dolorosa de un gran amor por parte de una chica enfermiza, suele suceder que idealicen al primero que les haga caso (bueno hay muchas así), y él, la deja plantada antes de la boda porque se tira para la otra acera, ella se pierde... ¡fantástico! hasta ahí todo genial. Luego a ella la ¿violan? o ha sido también una visión paranormal? ya ahí me he perdido sobre todo cuando he leído el final, porque Juan por lo visto también ha sufrido otro suceso. No sé... es mi modesta opinión, me esperaba o me hubiese gustado (mejor dicho), que por ejemplo ella hubiese llegado a verse con Juan y se hubiese dado cuenta de que ya no lo amaba, que era un recuerdo, una obsesión, que fue un sueño y que era hora de pasar página y cambiar un poco de vida. O que él, Juan, se hubiese arrepentido y fuera él quien se diese cuenta de que ella era el gran amor de su vida y quería intentar volver. Y si ya me tiro más por mis finales favoritos, pues que le clave un cuchillo mientras está sentada desnuda encima de él (tipo instinto básico, sí que pasa...), por haberla engañado y haberle hecho tanto daño, total ella tampoco estaba muy bien de la cabeza... ya sabes... enajenación mental transitoria.
    Madre mía que tostón te he soltado Luis uffff... pero es que es lo que me ha salido al leer el final, que esperaba además ansiosa.
    Gracias a tí por compartir tus letras con nosotros, me hace sentir bien pasar por aquí y ver tus cambios de registros, que cada vez se te dan mejor.
    Besazos.

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    1. jajajajaj, GRACIAS. De tostón nada, tostón mi relato (y menos mal que no lo he alargado más) He unido todas las piezas pero claro, adentrándome en la lectura y no en la escritura. Qué pasa entonces? que me hubieran hecho falta más partes para esclarecer todo, y creo que no es necesario. No creo que tampoco esté bien decir lo que me empujó a escribir "algo". Es mejor que la imaginación vuele. Lo que sí es verdad, es que es un gustazo que opines y dejes tus impresiones. Así se aprende.
      Gracias, Maite, un besazo

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  3. Bueno, es un relato bastante atípico. Nada previsible, la verdad, y eso es justo lo que me gusta. Ha debido de ser bastante difícil unir la historia y darle un toque sorprendente y no esperado.

    Felicidades, Luisito!

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  4. Acaba de una manera un poco confusa, no la violación por parte de william sino la aparición de la alma de Nichi a Juan un alma muy dolida como es natural,pero al final hay reconciliación.
    Quizás el final un poco precipitado, :)
    Pero bueno la historia enganchó.
    Besos amigo Luís.

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    1. Me gusta, me gustan vuestras opiniones!!! Gracias, Ohma. Sí que es confuso, mucho.
      Bueno, la verdad es que este relato ha sido precipitado desde el principio... no volveré a escribirlo, jajajjaaj. :)
      BESOS

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  5. Sinceramente me ha gustado, ha sido como si fuesen tres historias en una. Para nada me esperaba el final. Empieza de una forma sutil y acaba algo tétrico.
    Enhorabuena, Luis.
    Besazos.

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    1. He querido hacer notar ese cambio en la personalidad de la joven, esa oscuridad depresiva, ese golpe rotundo por los sucesos. Gracias, Aurora, te mando besos!!!

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  6. ese climax en el piso de Nichi entre Juan y la aparición del alma, es todo un acierto, además sirve de quiebre para todo el trabajo narrativo pues le da un giro inesperado
    felicitaciones una vez más Luis
    abrasos y feliz feliz jornada

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    1. Gracias, Lichazul, feliz fin de semana para ti. Es ahí, en ese momento extraño, donde en efecto he querido invertir la sorpresa y explicar que Juan va a cargar con todo ese dolor encerrado en el alma de Nichi.
      Mil gracias

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  7. Yo entiendo que Nichi la poseyó el diablo y ahora a Juan le ha tocado lidiar con su alma endemoniada. Si es así, bien merecido lo tiene.

    Abrazos

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    1. Ha sido es, justo eso, aunque no existan entes, es la más fácil explicación. Gracias, Trini.
      Más abrazos

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  8. Hola Luis, llego a tu blog de la mano de nuestra común amiga María y así agradecerte tus palabras en mi sencillo poema "madre". Será un placer viajar en esta peculiar "carretera secundaria" y disfrutar con tus relatos.
    Un saludo desde mi "barco de papel"

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    1. Gracias por tu visita, Angeles, camina cuando quieras por aquí. Visité tu blog, volveré.
      Un saludo hasta tu barquito

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  9. Hola Luis: Yo opino un poco como Maite N., es decir, una pequeña decepción por ese final sorpresa pero algo enmarañado y totalmente atípico. No sé..., es como una historia que te ha guiado sin saber cómo continuar y precipitarte con el desenlace.
    Ya he dicho que las dos primeras partes eran auténticamente como un culebrón moderno, de este año por ejemplo, pero con ese toque tuyo tan "sui generis".
    Mantengo que eres el Quentin Tarantino de las letras y ahora añadiría también que eres el David Linch de los relatos. Y eso es un halago, Luis.
    En fin, me hubiera gustado otro final. También me gustaría saber qué te llevó a escribir este relato, tu técnica a la hora de plantearte una historia, si corriges demasiado o no, si los personajes te guían o no,...En el fondo, estimado Luis, dejas tu mundo interior en cada párrafo, tus inquietudes, incluso tus temores. Y gritas con palabras escritas a todo el que te quiera escuchar-leer.

    Sigue escribiendo hasta que sepamos escucharte.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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  10. Se me olvidaba decir que he acudido algunas veces a cafés literarios donde escritores que hace tiempo viven de ello (Almudena Grandes, Luis García Montero, Luis Mateo Díez, Juan Madrid, Rafael Chirbes, Rosa Montero, Eduardo Mendoza, etc, etc), contestaban a infinidad de preguntas sobre sus libros. Y sí creo interesante, para conocer a alguien que escribe, qué le llevó a escribir esta o aquella historia, saber de su mundo y los temas que son recurrentes en sus novelas. Creo que eso hace mucho más cercano al escritor y al lector.

    Otro abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.



    A mí me gustó saber, por ejemplo,

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    1. Mos, muchísimas gracias por tu comentario, por meterte en estas letras, y por esos halagos.
      No ha sido este relato, sí en otras ocasiones, una historia que no sabía cómo seguirla. Desde el principio sabía todos los acontecimientos que podía insertar. Sí es verdad, que fui cambiando sobre la marcha pero toda la historia la tenía ya en la cabeza. Me hicieron falta más partes pero me agobié y tuve que terminar. Este ha sido un relato muy duro para mí, como ninguno antes, aunque es el primero que cuelgo aquí fuera de temáticas. Debo decir que me ayudé con algunas buenas herramientas, aunque claro está que no soy un oficial de primera sino un aprendiz. En mi escritorio, desde el domingo pasado hasta el miércoles que terminé, tuve a mano a Edgar Allan Poe, a José Ángel Mañas y sus "historias del Kronen" y a nuestra compañera Ángela Piñar y sus "Lunas de San Juan". También vi un par de películas de Scorsese a conciencia, leí sobre la "Naranja Mecánica" y escuché grupos de rock, aunque esto es más cotidiano.
      Quería haberlos escrito los tres capítulos seguidos, pero me fue imposible. El martes tuve que despejarme con la ayuda de un buen amigo.
      Aunque hay comentarios que opinan lo contrario, y eso está bien, por supuesto, esta historia es cruda de principio a fin.
      Es todo un gustazo recibir estos comentarios y contrastar opiniones. Ojalá sigamos así.
      Un abrazo

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  11. Admiro profundamente a la gente que puede escribir así en diferentes partes un buenísimo texto como este!
    Excelente relato,se nota que te lo has currado,y reitero lo que siempre te digo,tu evolución es enorme!

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    1. Gracias, Luna. Me gusta leer tu comentario y te lo agradezco de corazón porque sé que ya llevamos un tiempecillo leyéndonos mutuamente.
      Besos, muchos besos

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  12. Muy muy interesante ha quedado Luis.
    La escena en la parroquia cuando es atacada
    me ha parecido inquisidora, muy lograda.

    Sólo me queda una duda
    a que niño se refiere Nichi cuando grita?


    Un abrazo fuerte

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    1. Es una duda normal, cachis!! hay cosas que no he podido contar. Ese niño es Juan. Así lo llamaba ella.
      Gracias, Cielo. Ya no esperaba tu visita. Te lo agradezco.
      En la escena de la parroquia he tenido que resumir irremediablemente, no pude hacerla más larga.
      Un abrazo, Cielo!!!

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  13. Me ha gustado mucho este relato y veo que te lo has currado, ya que has enlazadado varios personajes, engendrando una historia principal, pero con muchas adyacentes. Enhorabuena.

    un abrazo

    fus

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    1. Gracias, Fus! Me alegra encontrar tu comentario, me alegra mucho tu lectura y tu amable opinión.
      Un abrazo

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  14. muchas gracias por tu huella Luis,la verdad es que por lo general los textos viejos llevan el año en que fueron escritos, y los de ahora no, por lo general escribo directo al blog y luego los copio al cuaderno, y después los corrijo jajaja, soy todo al revés
    pero la gran mayoría no tiene corrección, sino que quedan como se parieron
    no soy para nada ortodoxa en la elaboración de un poema, soy bastante al lote y desordenada
    abrazos y mil felicidades para este inicio de semana

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    1. Bien, Elisa. Me alegra verte también desde face y encontrar tu respuesta aquí. Lo imaginaba... pues, bufff, cuánta inspiración, escribes mucho, poetisa. El desorden es siempre algo pendiente para el escritorª.
      Felicidades para ti también!!!

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  15. Vaya,amigo, esto te ha quedado estupendo. He leído las tres partes de un tirón, pues la historia engancha y la prosa, ademas de trabajada, es agíl. Además, la banda sonora es cojonuda :)
    Buena imaginación y buenas letras,amigo...espero que otro día te animes y cuentes tu particular historia con Nichi...por curiosidad.
    Un abrazo.

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    1. HOMBRE!!! Qué alegría encontrarte de nuevo funcionando en estos rincones, Castelo!! Gracias. La banda sonora, de lo mejor, sí señor. La historia con Nichi... bueno, quizá ya la he contado en alguna ocasión, pero vamos, que da pa mucho, jajajajjaja.
      Un abrazo, amigo, espero que vuelvas a escribir en tu blog y allí estaré deseoso de leer otro de tus grandes relatos, que no hay como esos en ningún sitio, con esa mezcla de calle, reflexión y crítica.

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  16. Muy entretenido, Luis. Es del estilo que me gusta: grandes metáforas y lenguaje sencillo para lps personajes. Seguimos hablando por la red!

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    1. Eso es, Jorge. Me alegra volver a verte por aquí. Un saludo, compañero!!!

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