No… Yo no siento mariposas en el estómago,
lo que yo siento es el crujir de la vida partiéndose de nuevo. Quién me lo iba a decir una semana atrás… Esta
emoción que tengo, esta felicidad distinta y poderosa.
Clavaría si pudiera una pausa eterna en la corteza lunar con una bandera en la que ondeen sus ojos.
Clavaría si pudiera una pausa eterna en la corteza lunar con una bandera en la que ondeen sus ojos.
Tu Mirada
Un antes de besarnos, de electrizarme con tu saliva, de hipnotizarme con tu mirada.
Un después de ánimo ardiente, de brillo en la retina, de ganas de comerte.
No… Yo no siento mariposas, pero veo sus colores tras tus ojos, tras tu objetivo; y sus alas pestañean rebañando lagrimillas de agua clara y alegre.
Presión en el pecho, joven amor que resurge desde adentro… A tus ojos, a tu mirar; dulce, bello.
¿Dónde se fraguó el más profundo guiño? ¿Por qué siento palpitar hasta mis inhiestos huesos?
Veo tu cuerpo entero en la oscuridad de mi habitación, miro una foto tuya y me absorbe, me contengo en la espera, preparo el salto empicado para nadar en tu esencia, para volcarme en alma y fuego sobre tu piel morena. Y romper el ruido, atracar en tus puertos yacentes, besarte hasta en los párpados.
Diosa… Mis labios sólo pueden acariciarte, no pueden hablar rápido porque mi lengua camina descalza, mis dedos son cobijo del sudor de tu espalda. Diosa… Los marcos paisajísticos cobran vida si eres tú quien los encarna. Las huellas de tus manos cual fantasmas se estremecen al contacto, preservando magia… y placer… y aire… y carne… Mientras miro fijo tus ojazos.
El tren que pasa
Destello de luz, pasillo de pies
desnudos, de penumbra en el fondo y ajetreo nocturno, de ojal en miel.
Te agarro, te abrazo, te amo. Me estrechas, me entregas, te entrego mi auge.
El estrépito al pasar el tren es una hermosa melodía, y a compás nuestros corazones, pecho a pecho, instrumentos de aliento, música de besos y arrullos.
Silencio… Tu mano en mi brazo. Pierdo la noción del tiempo.
Tres segundos más y vuelta a empezar. No me quiero ir, quiero quedarme enredado en tu cuerpo… tres segundos más.
Tus ojos se cierran, mi boca se abre, te engullo… Tu pelo tendido, las gotas de lluvia quisieran calar el techo, mojarnos; se asoman por la ventana.
Es tarde, hay que irse. Me hablaste de un tren que pasa. Y hay una estación en el tiempo llamada otoño. Ambos estábamos allí de nuevo a espera del viaje. Me gusta este asiento, morena, no falta paisaje ni estilo ni calma, ni mirada que lo funda. No falta nada.
Tres segundos más y vuelta a empezar: el beso, tu mirada y el tren que pasa.
Te agarro, te abrazo, te amo. Me estrechas, me entregas, te entrego mi auge.
El estrépito al pasar el tren es una hermosa melodía, y a compás nuestros corazones, pecho a pecho, instrumentos de aliento, música de besos y arrullos.
Silencio… Tu mano en mi brazo. Pierdo la noción del tiempo.
Tres segundos más y vuelta a empezar. No me quiero ir, quiero quedarme enredado en tu cuerpo… tres segundos más.
Tus ojos se cierran, mi boca se abre, te engullo… Tu pelo tendido, las gotas de lluvia quisieran calar el techo, mojarnos; se asoman por la ventana.
Es tarde, hay que irse. Me hablaste de un tren que pasa. Y hay una estación en el tiempo llamada otoño. Ambos estábamos allí de nuevo a espera del viaje. Me gusta este asiento, morena, no falta paisaje ni estilo ni calma, ni mirada que lo funda. No falta nada.
Tres segundos más y vuelta a empezar: el beso, tu mirada y el tren que pasa.
(La imagen sí es de mi autoría)
Me ha encantado esta frase, Luis: "Clavaría si pudiera una pausa eterna en la corteza lunar con una bandera en la que ondeen sus ojos".
ResponderEliminarEl tren pasa acariciando la mirada que besa nuestra alma.
Un beso.
Un millón de gracias, María. Si esa frase se hiciera de alguna manera realidad, sólo la salud pudiera torcer mi alegría.
EliminarUn beso a ti también
ambos trabajos no sé porqué me dan la idea de intensidad amada
ResponderEliminarojo y cuerpo
mirada y deseo
comulgando entre sus renglones para quien le piensa y recuerda
el tren es como el tiempo que anexa ambos momentos entre un llegar y un irse
besitos y felicitaciones Luis
gracias por tus buenas vibras, para ti mis mejores deseos
:D
Gracias, Lichazul, por esos deseos, por pasar y comentar.
EliminarBesos!!!!!
Un tren cargadito de admiración por esa morena con unos ojazos que te llevan de viaje a la luna.
ResponderEliminarUn pasión muy bien narrada, se nota que te tiene coladito, :)
Un fuerte abrazo.
Otro abrazo tan fuerte para ti, Ohma, y besos. Gracias por pasarte.
EliminarEn la luna se está bien, allí quisiera pinchar la bandera...
Noto fuerza en este texto, seguridad y sobre todo adoración a esa morena. Me encantó tu forma de llamarla Diosa. Excelente Luis, te felicito y me alegro de ese estado de exaltación.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Gracias!!!!! Me alegra mucho leerte este comentario, Aurora, mucho mucho.
EliminarBESOS!
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh... (ya con eso lo digo tó) jajajaja.
ResponderEliminarBesos Luisillo enamorao!!!
jajajajajajajja, besazos, Maite!!!! (y yo también no digo más ná, jajajaaj)
EliminarLA pasión, en este caso del amor, tan olvidada y tan necesaria en este habitar el mundo con desgana.
ResponderEliminarMe gustan los textos apasionados porque más grandes que el mundo que los contiene y si además, como el tuyo, tienen un toque de ingenuidad, de me caigo y me levanto las veces que haga falta, me reconcilian con la vida porque me hacen pensar que ya puede pasar cualquier cosa, cualquiera, porque yo seguiré amando, observando, creando.
Un abrazo.
Argax, gracias por pasar por esta carretera perdida en internet. Verdad, es verdad lo que escribes en tu comentario. Ha de haber algo de ingenuidad, de inocencia, para que la vida sea intensa y pasional.
EliminarOtro abrazo
Intensidad amorosa para dos textos cual de ellos más pasional.
ResponderEliminarFelicidades por tu buen hacer.
Un abrazo
Gracias, José Manuel. Es un honor contar con tu huella bajo estas letras que son más que letras para mí.
EliminarOtro abrazo
Que difícil es detener la mirada en los ojos del amado...qué difícil es saber lo que produce,lo que seduce,lo que dice,...y adivinar la magia, cuando se siente sincera. Hermosa prosa,me gustó visitarte.
ResponderEliminarbesitos
soni
Muchas gracias, Sonia. Me alegra volver a saber de ti, poetisa.
EliminarBesos hasta tu tierra
Todavía tengo grabado en mi piel el pedazo de ducha
ResponderEliminarque me dio una ventana del garaje de mi casa
la abrí ingenuamente y cayó el agua como una piscina
y entre hojas secas quedó mi despacho, estoy rezando
para que el suelo de madera no se levante
dicho esto... todavía tengo grabado en mi mente
tu anterior post y me temo que este correrá la misma suerte
un gran trabajo Luis.
Cielo tiritando aún y todavía.
Es un honor, Cielo. El agua es libre, el agua es vida.
EliminarUn abrazo!!!
Me encantó Luis... me encantaría tener esa sensación de sentirse hipnotizada por una mirada!!! que guapo...
ResponderEliminarun beso desde http://yoadoroviajar.blogspot.com
Trini.
Un beso desde esta carretera secundaria!!!
EliminarGracias, Trini
Hola, Luis
ResponderEliminarQué bonitos sentimientos. No hay mariposas en el estómago, hay realidades, que es mejor. Enhorabuena.
Besotes.
Es mejor, mucho mejor, María Eugenia. Te agradezco tu visita.
EliminarBesos
Estimado Luis: Estos dos textos cargados de poesía y realidad conforman la trilogía completa: El beso, Tu mirada y El tren que pasa.
ResponderEliminarMira Luis, hay alma, mucha alma disuelta entre estos renglones. Hay deseo, ganas de amar y ser amado. Hay besos y miradas que turban, electrizan, hacen flotar y latir más fuerte el corazón. Hay vida y resurección. Hay honestidad, sinceridad, explosión y sangre corriendo acelerada por las venas.
Hay trenes que pasan, claro que sí!!!. Pero los trenes son de ida y vuelta. Te lo dice un ferroviario, en serio.
Por favor Luis, coge ese tren y que te lleve más allá de la luna con destino final al mejor de los besos. Y mientras, estimado Luis, queremos que sigas contagiando nuestras vidas de tu espíritu soñador. Ese que viaja en la 1ª clase de tu ser.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Tela!!! Gracias, Mos. Estos comentarios tuyos son como relatos maravillosos.
EliminarEres un gran bloguero. Gracias también por el consejo de ferroviario. Lo recordaré, lo prometo.
Un fuerte abrazo hasta tu orilla de las palabras
Que ese tren que pasa los lleve juntos hasta donde ellos y el amor quieran llegar.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato y sobre todo este verso del principio, porque a mi me parece un verso:" Clavaría si pudiera una pausa eterna en la corteza lunar con una bandera en la que ondeen sus ojos". O, mejor dicho, un pequeño poema:):)
Saludos
Gracias, Trini!!! Me alagas, poetisa. Recibe un saludo!!
EliminarGuauuuu! Esto es casi un subconsciencias! Me ha gustado mucho la transición entre el primer texto, en el cual te centras más en el previo y el segundo, en el que describes más el tema sexo...muy bonito!
ResponderEliminarGracias!!!!!! sí, podría ser un capítulo de tu blog, subconsciencias, jajajja.
EliminarTe mando besos :)
Hay separaciones que nunca se dan a pesar de los trenes que pasan...es un opio el amor.
ResponderEliminarRecordé contigo Luis.
Qué bueno... es opio, es también dulce y salado, es juego y trabajo.
EliminarGracias, Beatriz. Que digas que has recordado conmigo me llena, la verdad, me hace sentir que mis letras han entrado en ti.
Un abrazo!
¿Preparas el salto empicado para nadar en su esencia?
ResponderEliminarPor Dios, Luis, ¡qué envidia me das! ¡cómo jugueteas con las palabras! Las utilizas como óleos para crear cuadros preciosos, que transmiten, en este caso, un estado de bienestar también envidiable y por el que me alegro muchísimo.
Un abrazo, compañero.
Gracias, Joaki. Me alegro yo de verte pasar por aquí, y de leer este comentario tuyo. Otro abrazo con mucha alegría :)
Eliminarfeliz fin de semana Luis
ResponderEliminarmuchas gracias por tu huella
abrazoooo
Abrazo!!!!!
ResponderEliminarPreciosos ojazos, y preciosas letras las que le dedicas, y es cuando se está enamorado el sentimiento se vá a las teclas y quieres cantarlo al mundo entero.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Muchas gracias, Ana. Qué placer verte por aquí. Feliz semana, compañera!!!!!
ResponderEliminarHermosos ojos, merecedores de esas hermosas letras..Felicitaciones Luigi!
ResponderEliminarGracias, Luna, por esta lectura y por tu comentario. Un beso grande!
EliminarQué relámpagos tan magníficos produce el amor en un artista como tú.
ResponderEliminarDa gusto mirarlos... Una fiesta.
Me quedo con una dulce sonrisa tras leer este texto :)
Un abrazo (y muchas gracias por tu visita.)
Me alegro muchísimo, Volarela, de sacarte una sonrisa.
ResponderEliminarMi visita a tu blog ha sido un verdadero placer, volveré sin duda, escribes muy, pero que muy bien.
Otro abrazo
abrazos y energías Luis para la semana
ResponderEliminarmil gracias por tu huella en mi texto
a veces me gusta experimentar en situaciones y emociones
a través del imaginario escenario
y las resultas son lo que aparece en el blog jejeje
Un blog es una buena mesa de experimentos. A menudo es un espejo, y otras veces un sueño.
EliminarMás abrazos!!
Muy buenos textos, sólo el amor puede inspirarte con tanta fuerza y sensualidad.
ResponderEliminarmariarosa
MariaRosa, es una alegría verte utilizar esta carretera secundaria. Espero te haya llevado hacia algún lugar bonito y vuelvas mañana.
EliminarGracias
En fin, el Luis de antes era adorable, pero el Luis de ahora, el enamorado hasta las trancas es la rehostia!!
ResponderEliminaryo no sé ni que decirte sureño, que ojalá nunca dejes de escribir así señas será de que aún andas colgado de la luna...
un abrazo muy muy fuerte, y cuida de que el brillo de esos ojos no no se apague jamás.
Gracias, Ángela. Hay una canción que siempre me gustó mucho, de Ariel Rot, llamada Colgado de la Luna. Me la has recordado.
EliminarOtro abrazo tan fuerte!!!!!!
muchas gracias por tu huella LUIS
ResponderEliminarten un viernes precioso
abrazooooo
:-) Lo mismo!
Eliminar