viernes, 25 de abril de 2014

La barca de Joé



Advertencias:

El relato que a continuación se expone incluye contenido sólo para adultos; de ser usted menor de edad, no siga leyendo.
No siga leyendo tampoco si no tiene ganas de leer.
Si directamente no sabe leer, absténgase.



HORAS ANTES DEL DILUVIO UNIVERSAL

Estaba Joé, recién terminado el arca, mirando al cielo, buscando respuestas a tan ardua tarea impuesta por el creador cuando sin esperarlo se presentaron un centenar de vecinos del pueblo más cercano. Uno de ellos, dando un paso adelante, dijo:

-Hay buenos pronósticos para el tiempo de hoy; ¿nos darás un paseo en esa embarcación tan bonita, Joé?... ¿Joé?... ¡Quieres dejar de mirar al cielo y atendernos, Joé!

Fue entonces que alguien lanzó una piedra y dio en la frente de Joé.

-¡Ay!- exclamó él.

Aturdido, atendió presto a las palabras de aquellas gentes, y el mismo de antes dijo:

-Joé: ¿por qué nos miras mal?, ¿acaso no somos de tu misma raza, condición o calaña?... ¿No pensarás que la piedra te la hemos tirado nosotros, eh?... Ha caído del cielo… de donde menos se lo espera uno es de donde vienen las cosas, Joé, y mira que estabas mirando “pa” arriba… pues nada, debe ser un mensaje de Yahveh  para advertirte…  para advertirte de…

Buscaba en su cabeza quien hablaba alguna razón para seguir la excusa y estuvo casi un minuto tartamudeando hasta que al fin:

-… para advertirte de que el ala oeste del arca está defectuoso… eso es, fíjate, fíjate. Si es que no puede ser, explotas a tus ayudantes como si fueran golem de piedra y luego pasa lo que pasa. Por cierto, quería decirte algo importante. No es por “ná”, es para que te andes con ojo que luego “tó” se escribe. He escuchado por ahí que vas con animalitos, que estás con ellos más que con tu mujer, y lo que es peor: ¡que te acuestas con ellos! A ver, Joé, no puedo ser más claro y todos son testigo de que te estoy aconsejando: deja la zoofilia por el bien de la humanidad.

Joé resintió con la cabeza y justo cuando fue a hablar un gallo cacareó con garbo dejándolo con la palabra en la boca. - ¡kikirikiiiiii!

-¿Tienes gallinas en tu barco?- le preguntaron.

Y fue que alertados por el canto del gallo empezaron a gruñir los monos. Algunos de los presentes comenzaron a vomitar turbados por lo que aquello parecía significar.

-¡Eres un degenerado! Que tengas gallinas pasa, que a todos nos gustan los huevos… y fritos con su ajito ni te cuento, pero: ¿qué huevos se obtienen de un mono? No quiero ni pensarlo, Joé. Vamos a inventar la silla eléctrica si es necesario para castigarte. Pero escucha, no digas nada: perdonamos tu locura si cedes tu barco como bien público.

La mujer de Joé,  Noemí, que escuchaba a hurtadillas no muy lejos, no aguantó más y salió muy dispuesta diciendo:

-¿Quién eres tú? ¿Eres el rey de toda esta gente?

A lo que respondió el hombre:

-No soy ese, mujer, soy el listo del pueblo… pero me gusta eso de rey, ahora que lo dices…  La primera ley que impondré cuando el barco sea del pueblo será prohibir entrar con animales, incluidos los monos. Y más te digo: ¡se harán espetadas como en España! ¡Y corridas de toros, ala!... digo, ¡ole! Habrá restaurantes en el barco, y nada de comida vegetariana, ¡prohibida! Jódete, Joé.

-Y dime algo- interrumpió Noemí-: entonces, ¿podré broncearme tranquilamente sin que me despierten los graznidos de algún pajarraco?

-¡Por supuesto! Podrás hacer eso y más, ten en cuenta que voy a convertir ese arca mal oliente de tu marido en un auténtico paraíso que circundará el planeta. Lo llamaremos crucero. Escucha, Joé: irán en él mocasines de cocodrilo, abrigos de visón, bufandas de piel de zorro, pantalones de leopardo, pasos de cebra… En los pasillos colgaré cabezas de ciervos con grandes cuernos, pondré alfombras de piel de oso en los camerinos…  ¡Soy el rey! ¡Mataré elefantes!... Y tú, mujer, vendrás con nosotros. En cambio tú, Joé, te quedarás en tierra con tus animalitos… bueno, con los que queden; con las ratas puede ser. Y los hijos que tenga con tu mujer verán como los hijos de sus hijos pasean en tu barquito colonizando por doquier el ancho mundo… y si vives tanto como tu abuelo Matusalén  tendrás tiempo para arrepentirte de haber sido tan terco como una mula de esas que seguro escondes también… ni pensarlo quiero, Joé, y bla, bla, bla…

No paraba de hablar aquel hombre cuando ocurrió un milagro; cayó la primera gota de lluvia justo en la frente de Joé. Éste, irritado por no haber podido decir ni mu – ejem-, y porque aún le dolía la “pedrá”, mandó a todos a tomar por culo, así dicho, ni menos ni más.

-¡¡¡¡¡¡A TOMAR POR CULO TODO EL MUNDO!!!!!! Me voy solo, me voy lejos de aquí, que os den a todos, buscaros la vida. ¡Qué llueva, qué llueva, la Virgen de la Cueva! Yo me subo en aquella pequeña barca de allí y no quiero saber nada ni de animales, ni de pueblo, ni de Noemí, ni de hijos, ni de “ná”.

Así fue que Joé emprendió él solito una eterna aventura y dejó a la humanidad desamparada en aquellas tierras. Lo último que escuchó mientras se desdibujaba su silueta en el horizonte fue lo siguiente:

-¡Joeeeeeee! ¡Que esa es la barca que el niño pinchó la semana pasada!

Pero Joé, huraño y a ceño fruncido, prosiguió como si no fuera con él en busca de un futuro incierto mientras caía la más grande del cielo.





Cuentan que Joé navega todavía y verán los hombres su barca cuando el fin del mundo llegue.
Otra versión afirma que Joé se hundió dos horas después y se ahogó.
Hay quien sugiere incluso que para salvarse pudo haberse hecho amigo íntimo de un tiburón.
Pasara lo que pasara, hubiese sido lo que hubiese sido, la barca de Joé existió, y prueba de ello es la locura que este mundo ha heredado.














(La imagen no es de mi autoría... Cuando capte una con mi cámara, la sustituyo)

Unos meses más tarde: (¡Ya! Tuve un problemilla con la toma y he tenido que recortar la foto. Que me disculpe Joé, ¡joé!)

Por lo tanto, la imagen es de mi autoría.

37 comentarios:

  1. Un relato muy actualizado de la realidad destructiva de esta sociedad.

    un abrazo

    fus

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ji ji ji... La culpa es de la realidad por existir!

      Gracias, Fus

      Eliminar
  2. asi es la pura realidad con tu forma de verlo muy bien captado
    la imagen tambien preciosa

    besitos Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias de parte del dueño de la imagen. ;-)
      Y ahora sí, gracias por sobrevivir al diluvio.

      Besos a ti

      Eliminar
  3. Tienes un sentido irónico de la realidad; pero a decir verdad, este mundo está tan loco que la imaginación adquiere alas para intentar comprenderla.
    Un abrazo Luis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sólo es humor sentido, y viceversa también.

      Gracias, Taty, imagina otro abrazo pero mío

      Eliminar
  4. jajaja joé que tienes gracia escribiendo!
    No he dejado de sonreir en todo el relato, ¡ay que joedido eres! :)
    Muy bueno el relato!
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menuda joedienda la que sufre Joé...
      Muchas gracias, Ohma. besos

      Eliminar
  5. Ironía y buen hacer..qué más se puede pedir? Un fuerte abrazo!

    ResponderEliminar
  6. Plas, plas, plas...Joé que bueno tu relato...jajajaja
    Ya te dije que siguieras,y te lo repito...;)
    Muchos besos, Luis

    ResponderEliminar
  7. Por cierto, creo que vi a Joé hace un rato, pues llovía y se escuchaban ladridos, y unos cuantos improperios....Más besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajajaja... Pues entonces debe tener más años que Matusalen... quizá construya ahora una nave espacial, el próximo testamento dirá.
      Gracias, Duna

      Eliminar
  8. jajaja, qué parodia Luis, me ha hecho sonreír más de una vez, por supuesto que también me pone a pensar en las tantas versiones que puede darse a la historia de Noé que cuenta la biblia.
    Saludos y que tengas un buen fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas y todas casi verdaderas.
      Hay mucho qué pensar cuando se tratan temas que señalan...

      gracias, Beatriz

      Eliminar
  9. jajajaj muy bueno Luis.

    una manera muy divertida de leer la biblia

    saludos
    carlos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Carlos. En la Biblia hay poco o ningún sentido del humor: pues no lo entiendo con casos como este de Joé!!!! jajajajjaj

      Un abrazo

      Eliminar
  10. Jejeje...Vaya!! Así que todos los centros comerciales que hoy infestan cualquier ciudad no son más que la macabra visión de un "rey" bastante capullo que acabó con la paciencia de pobre Joé?? Pues lo han calcado :)
    Qué divertido y que genial manera de mostrarnos una realidad bastante feucha!!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro, todo tiene un comienzo: aquél rey, aquél listo vamos, se quiso forrar y engrandecer su ego, vivir la vida madre a toda costa sin pensar en lo que puede estar bien o mal (sobre todo para la propia vida). Y así funcionan algunos lucrativos lugares de hoy en día. Joer, si Joé hubiera llevado a cabo su mandato en vez de irse solo en su barca... todos son iguales... jajajaj
      Gracias, Nurocas. Otro abrazo y salud

      Eliminar
  11. La locura que este mundo a heredado, la locura de los que nos quedamos en tierra, Un abrazo Luis, como siempre un placer leerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La locura del pensamiento humano, y no la sana locura quijotesca, hablamos del incordio egoista de algún propósito descabellado o de una actitud maligna.

      gracias, Rendan

      Eliminar
  12. Bueno, otra interpretación, muy moderna y jocosa de aquella barca llena de animales. Interesante lo que esta , la que narras podría significar y lo que lleva implícito. De todas maneras creo que Joe sigue perdido sin tiempos, en aguas profundas como estamos muchos, tratando de alcanzar una orilla.
    Un gusto leerte.

    ResponderEliminar
  13. A ver si le llega el mensaje a Joé y se anima porque creo que se fue pensando. que no hay salvación.

    Me agrada tu filosófico comentario, Susana. El gusto es mío

    ResponderEliminar
  14. Esta versión le quita dramatismo a la historia, Jajajaja. Me la apunto Luis, yo también hubiera salido por remos, pobre Joé!!
    Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Le quita dramatismo pero añade... déjame pensar... añade... una jodienda más al pobre Noé (Joé, en realidad)

      :-)

      Abrazo!!

      Eliminar
  15. jaja, como te pillen los del Antiguo Testamento te van a dar pal pelo!

    ResponderEliminar
  16. Quiénes? Te refieres a esos que transmitieron a su antojo la historia? Cómo ésta de Joé? Qué vengan qué vengan, los espero junto a mi barca.

    ResponderEliminar
  17. sonriendo me dejas muy bueno
    tu texto

    ResponderEliminar
  18. Agradecida por tu lectura y comentario Luis. Te dejo un fuerte abrazo desde mi lejana tierra.

    ResponderEliminar
  19. un texto que no dice mucho
    jajaja!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Joé: No dice mucho dices? Hombre, la Biblia entera dice más.
      El listo del pueblo: No hagas caso a Joé, Poeta, que está como una cabra (por qué será).

      Luis García: Gracias por circular por la Carretera Secundaria! Salud

      Eliminar
  20. He seguido rigurosamente la tercera de tus advertencias. Así que me ha parecido genial.
    Abrazos, siempre

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que atender las advertencias siempre, y más cuando son de desconocidos como las del escritor de este absurdo relato pero verdadero.

      Abrazos

      Eliminar
  21. Te dejé un premio en mi blog! Un abrazo!

    ResponderEliminar