“La literatura es un pasaje subterráneo dentro
del arte, el cual lleva a todos los rincones, a todos los paisajes”.
No puedes escucharme porque no puedo hablarte desde mi interior. Hay
tanto ruido que es imposible, y la voz en mis adentros es débil, sólo la
escucha mi forma física y es entonces cuando escribo.
No tengo miedo a la soledad, tengo miedo a no saber qué hacer con ella. Una vez, siendo niño, me di cuenta de que el verdadero amor no es responsable de lo que te pueda ocurrir, pero sí es compañero de lo que te ocurra.
Juro, si no está mal decirlo así, que la amistad es amor del bueno, que no sentirte juzgado es valioso, que darte cuenta de la felicidad ajena es un poco de satisfacción personal. Pero voy a organizar estas ideas de otra forma y así encuadrar un retazo de lo que siento ahora.
No tengo miedo a la soledad, tengo miedo a no saber qué hacer con ella. Una vez, siendo niño, me di cuenta de que el verdadero amor no es responsable de lo que te pueda ocurrir, pero sí es compañero de lo que te ocurra.
Juro, si no está mal decirlo así, que la amistad es amor del bueno, que no sentirte juzgado es valioso, que darte cuenta de la felicidad ajena es un poco de satisfacción personal. Pero voy a organizar estas ideas de otra forma y así encuadrar un retazo de lo que siento ahora.
Rostros
bellos que sonríen y alborotan el silencio bajo la noche.
Camas
vacías donde anidan sentimientos pulcros y esmerados,
encuentros
casuales, sueños fraguados con
involuntariedad.
Danza
perdida que encorva los cuerpos del diálogo,
loco
y austero puede ser, manso y lastimoso,
idiota
en libertad, borracho encarcelado en un cubo de hielo.
Como
un caballo de ajedrez, impredecible y bien cuidado,
amado
y a veces sacrificado.
Una
puerta infranqueable a la que pega oído,
a
la que llama tímidamente y sin elocuencia.
Es
el buscador de estados de ánimo,
de
verdades mientras tiemblan los labios
y
escurren palabras de aire.
Esto no está previsto, sólo está escrito. No… no puedo hacer girar el
carrusel sin tu sonrisa, seas quien seas, amigo o amiga, amor o deseo, raíz,
hoja o hermano.
A la espalda o en la frente, qué más da si lo que quiero es un ratito de ilusión que por pequeño, preciado es.
Y si entristezco no te preocupes, y si enmudezco no te incomodes; no puedo dar ni más ni menos, sólo algo distinto. Distinto y arriesgado, a veces necio y otras iluminado.
A la espalda o en la frente, qué más da si lo que quiero es un ratito de ilusión que por pequeño, preciado es.
Y si entristezco no te preocupes, y si enmudezco no te incomodes; no puedo dar ni más ni menos, sólo algo distinto. Distinto y arriesgado, a veces necio y otras iluminado.
Humo
antes del fuego, señales de humor.
El
carácter de quien es o cree ser
siembra
un beso existencial
que
todavía no ha florecido.
Un
mensaje telefónico, un verso trivial
y
un millón de años de bonanza.
Quedará
dormido ante la dulce nana
y
desperezado pintará una mujer desnuda por dentro.
Ya… no sé si he alcanzado a decir algo claro, pero cómo hacerlo sin
eliminar el “yo”, aquello que recién leí de Machado.
No… no voy a guardar estas letras en el cajón porque en el fondo necesito espacios y quiero seguir adelante.
Gracias, mil gracias de antemano a todos por aguantar esta lectura hasta el final y por ser vosotros mismos.
No… no voy a guardar estas letras en el cajón porque en el fondo necesito espacios y quiero seguir adelante.
Gracias, mil gracias de antemano a todos por aguantar esta lectura hasta el final y por ser vosotros mismos.
El amor debaría ser como la amistad pero con momentos eróiticos. Lo dijo Antonio Gala, y estoy de acuerdo.
ResponderEliminarBESOS.
quise decir, eróticos, disculpa.
ResponderEliminarSe ha entendido bien, Ana. Conocía esa frase y me la has recordado, así tendría que ser el amor, sin duda.
EliminarBesos
Son unos pensamientos extraños Luis. Dichos de una forma muy linda, eso sí. Me dejas pensando. Y en cuanto al comentario de Ana, esa frase de Antonio Gala es una de mis favoritas y estoy totalmente de acuerdo con ella. La amistad verdadera es un gran amor, en efecto, y un gran amor debería ser una amistad verdadera. Y eso es mucho más difícil.
ResponderEliminarSiempre es un placer visitarte.
Besos.
El placer es mío, Maite. Ana nos ha dejado ahí una frase estupenda, una idea deseada, el erotismo y la amistad mano a mano.
EliminarMás besos!
Escribes buscando donde aparcar tus ansias de vivir, buscas sensaciones de paz y ama la amistad. Tres puntales donde establecer el cordòn que te llevarà a la felicidad. Enhorabuena por mostrarte intrìnsecamente y tener la capacidad de ilusionar.
ResponderEliminarun saludo
fus
Hola, Fus, una alegría que pases por esta carretera.
EliminarTu comentario me llega directo a los sentidos.
SALUDos que te envío
Me ha quedado una sensación placentera, no sé, ha sido sorprendente tanto en el lenguaje como en la esctructura.
ResponderEliminarUn coloquio con el lector muy interesante.
Besos, querido Luís.
Ohma, me alegro muchísimo que te gustara, que entendieras un poquito esa intención de acercarme estando lejos, con letras de estas que pegamos en los blogs.
EliminarMuchos besos
Comparto lo dicho por Ohma, creo que hay una especie de coloquio interno con el lector, es decir,conectas con lo profundo.
ResponderEliminarMe gustó!
Un besazo, Luna!
EliminarHola, Luis
ResponderEliminarMe alegro que al final decidieras publicar esta entrada. Está llena de reflexiones muy interesantes, de sentimientos encontrados y creo que de algún modo, todos podemos reconocernos en ellos.
Besotes.
Yo también me alegro de recibir tu comentario, María Eugenia, y de que pases por esta carretera, mirando en los espejos del parasol.
EliminarUn beso
"No puedes escucharme porque no puedo hablarte desde mi interior. Hay tanto ruido que es imposible, y la voz en mis adentros es débil, sólo la escucha mi forma física y es entonces cuando escribo"
ResponderEliminarque bonito es esto, Luis, y que íntimo suena.
Ángela de pelo negro, un beso para ti desde el interior de mi exterior.
EliminarMi querido Luisillo... siempre has sido ... muy íntimo en tus escritos... pero aquí... lo eres casi más. Tal vez tu intención fue guardarlo para ti mismo... (esas veces en que nuestra cabeza se deja dictar cosas del corazón... tan de uno que se duda en compartir).
ResponderEliminarNo obstante me alegro (si mi teoría fuera acertada) de que al final tomaras la decisión correcta de compartir. Es una forma más de conocerte mejor.
La soledad con pan... es menos.
Un abrazo de oso... que pienso darte algún día. :)
Nos daremos ese abrazo casi seguro, Hulnísima. Y sí, escribí porque necesitaba escribir, como cuando empecé a hacerlo un día cualquiera en mi adolescencia, y bueno... antes lo hacía en papel, lo guardaba en el cajón. Ahora escribo casi siempre con el ordenador, y lo guardo en la memoria, pero pensé compartirlo, porque no! en directo, sin trucos, sin retoques... así ha sido.
EliminarAsombroso Luis!! Me ha gustado mucho este coloquío y hay una frase con la que me identifico: no tengo miedo a la soledad, tengo miedo a no saber qué hacer con ella. Un abrazo.
ResponderEliminarAurora, te mando un abrazo. Esa frase estaba escrita antes de todo lo demás, hará un par de días, y encajaba perfectamente aquí, porque forma parte del estado anímico que me ha hecho escribir esta reflexión o similar. Esa soledad es con la que se escribe, esa a la que no se le tiene miedo.
EliminarHola Luis, yo creo que eres un caballo desbocado de ideas, de mundos interiores que quieres sacar a la luz.
ResponderEliminarAquí nos muestras parte de ese mundo interior tuyo; una especie de reflexión en voz alta que te haces y que transmites a través del escrito. Ideas desbocadas que quieres ordenar para que sepamos de ti y tu mundo. Todo un potencial humano de arte y lirismo algo enrevesado pero que llega y cala en nosotros.
"Distinto y arriesgado", dices. Insisto en que quieres mostrarte a los ojos del mundo; que sepamos de ti, que te valoremos, que sintamos esa soledad, el valor de la amistad, el desamor, las luces y las sombras que te acompañan.
"A veces necio y otras iluminado", dices. Puede ser pero yo insisto en que eres un caballo desbocado buscando su camino; una mente prodigiosa con mucho que decir, un ser lleno de inquietudes artísticas que se desnuda entre sus textos.
Ah, y la amistad es lo más grande que hay. Seguro. Incluso más que la familia porque no parte de un punto común. Y sí, si se acompaña de momentos eróticos pasa a ser amor.
Viva la amistad.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Mos... me dejas sin palabras en este momento. Pero no puedo acercarme a tu orilla sin ninguna, y en este comentario mío, cerca siento esa orilla tuya, así que rectifico, hago un esfuerzo y voy a comentar algo.
EliminarInquietud tengo mucha, creo que siempre me faltará regularidad, es mi pequeño gran defecto, me gusta viajar de un lado a otro, suelo cambiar de aires sin renunciar volver. Por eso es que este blog lo llamo carretera... bueno, y por alguna cosilla más.
El tema central es la amistad, sí, la AMISTAD, y es por esa que escribí esto, en soledad.
Otro abrazo
Muchas gracias a todos y a todas!!!
ResponderEliminarHola, soy Mos. En esta ocasión vengo por aquí para llamar tu atención sobre una nueva entrada en mi blog que me gustaría que leyeras.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
P.S. En otro momento volveré por tu blog con la atención que te mereces.
Hasta pronto.
Pues fíjate tú por donde, que acabo de volver de tu blog y leí este comentario que vas dejando también en otros blogs.
EliminarYa comenté, un abrazo, Mos